Decía el arquitecto Luis Barragán: “No me pregunten de este edificio o de aquel. No miren lo que yo hago. Miren lo que yo vi”. Sin embargo, es inevitable saber cuál es el futuro de una de las ciudades más grandes del mundo o por lo menos hacia dónde se mueve. La ciudad de México es azar, su crecimiento es inminente. Siempre tiene prisa.
Los arquitectos Enrique Norten y Moisés Isón coinciden en algo fundamental: la ciudad necesita una red de transporte público eficiente, crecer verticalmente, así como recuperar y crear espacios públicos; pero difieren sobre las recientes obras que se realizan simultáneamente en el Distrito Federal. Norten asegura que el jefe de gobierno capitalino tiene una visión muy clara de cómo debe ser una ciudad del futuro; en cambio, Isón señala que son sólo aspirinas para aliviar el problema.
Le tengo una gran fe a la Ciudad de México
“De ninguna manera es una ciudad caótica, es una ciudad complicada, como todas las megalópolis. El Distrito Federal no carece de una planeación urbana”, afirma el arquitecto Enrique Norten, ganador en 2005 el Premio Mundial de las Artes “Leonardo da Vinci”.
Con voz paciente explica que durante muchos años no hubo una visión a largo plazo para la ciudad porque los gobernantes impusieron sus prioridades, que al final resultaron perjudiciales. Pero asegura las cosas están cambiando en la capital del país.
“Las obras públicas en materia de transporte me parecen estupendas. Nos urge un aeropuerto de primer mundo porque el que tenemos es para morirse de vergüenza. Es necesario un sistema de metro, tren ligero, autobuses, inclusive de taxis, que sea confiable, cómodo y que nos permita dejar el automóvil.”
Norten, quien abrió en 2001 el despacho TEN Arquitectos de Nueva York, le apuesta a una ciudad caminable, sin segundos pisos que no resuelven los problemas de la gente. “Creo que darle prioridades y facilidades al transporte privado no es donde deberíamos estar gastando nuestros pesos. Hay que invertirle a obras de infraestructura que nos ayuden a mejorar el transporte público y a reducir el desplazamiento de los autos”.
Está seguro de que no es el único que está a favor de evitar el uso del automóvil. “Yo paso parte del tiempo en Nueva York y en el DF. A pesar de que tengo un auto en NY no lo uso, salvo cuando tengo que salir de la ciudad. Todos los días que trabajo uso el sistema subterráneo, los taxis, los sistemas de trenes, y créeme que haría los mismo aquí si tuviéramos esa efectividad”.
Al preguntarle sobre el futuro de la ciudad, el Miembro Honorario del American Institute of Architects es claro: “Hay que crecer para arriba”.
“Estoy convencido que el gran futuro de esta ciudad es una mayor densidad. Unos de los graves problemas que ha tenido la ciudad es querer mantenerla chaparra. Esto ha provocado que la ciudad haya crecido desmedidamente, horizontalmente, trayendo consigo enormes problemas ecológicos, de transporte, de comunicación, de movilidad.”
Luego de dar unos sorbos de café, Norten recomienda emplear la infraestructura subutilizada, mejorarla y así densificar en lugar de permitir que la ciudad crezca sin sentido.
“Si bien es cierto que muchas de las zonas céntricas no tienen suficiente infraestructura para multiplicar su densidad, siempre será más fácil actualizarla que tener que llevarla a kilómetros de distancia, a zonas topográficamente muy accidentadas”.
Entrevistado en su despacho de la colonia Condesa, Norten destaca la importancia de rescatar y crear espacios públicos, lugares donde la gente pueda aumentar su calidad de vida.
“Hay que meterle a grandes proyectos de recreación y de cultura. Parques, plazas, espacios para el deporte, de aspecto público y espíritu democrático. Promover la inversión privada, fomentar los grandes desarrollos, traer vivienda, comercio a las áreas más céntricas, estos son los grandes proyectos de la ciudad”.
Recientemente, Norten estuvo al frente del proyecto de remodelación del Museo del Chopo, que desde un principio buscó que el viejo edificio no perdiera protagonismo y que el lugar se llenara de luz para enriquecer el espacio y permitir la libre expresión artística.
A Enrique Norten no le gusta hablar de él, dice que les toca a otros definirlo como arquitecto. Su timidez contrasta con sus obras majestuosas, llenas de luz y sombras. Su obra es aparición, tiempo hecho piedra. Muros que respiran viento amarillo. Busca inventar otra ciudad. Destaca la tradición moderna de la ciudad: “Es el momento donde México se hizo gran ciudad. El campus de Ciudad Universitaria es una colección de arquitectura moderna extraordinaria. Las obras de Juan O’Gorman, Mario Pani. La visión social que tuvo la arquitectura de los años 50 fue grandiosa. Ver un edificio como el Aristos es estupendo. Esta etapa moderna es la que más me entusiasma”.
Asegura que en su tiempo libre le gusta caminar por la ciudad, escuchar música de Mozart, Gorecki, Shostakovich, aunque de repente, confiesa, le gustan algunos ritmos latinos. Es lector asiduo de Jorge Luis Borges, Italo Calvino e Isaac Bashevis Singer. Dice que no tiene influencia de algún arquitecto en particular sino de todos. Cuando la tarde se hizo noche, lanza su última reflexión.
“Para ser arquitecto se necesitan muchas cosas, pero sobre todo mucha paciencia. No hay niños prodigio en la arquitectura, eso no existe. Se requieren muchos años de maduración, se necesita una tremenda perseverancia y concentración. Estar en foco. La arquitectura no perdona”.
Conócelo
Nombre: Enrique Norten.
Lugar y fecha de nacimiento: México, D.F., 1954.
Estudios: Arquitectura Universidad Iberoamericana, maestría en la Cornell University, Ithaca, Nueva York. En 1990 obtuvo una beca para Creadores Intelectuales del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Trayectoria: De 1981 a 1985, es codirector de Albin y Norten Arquitectos. Desde 1986, dirige TEN Arquitectos.
Obras: la Torre Fundadores en Monterrey, se convertirá en la edificación más alta de Latinoamérica.
Además destacan el Museo Guggenheim de Guadalajara y el Campus College Avenue, de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey.
La escuela de Teatro del Centro Nacional de las Artes de la Ciudad de México, renovación del Teatro de los Insurgentes y el hotel Habita, de Polanco, por mencionar algunas.
Premios: 1998 el Primer Premio “Mies van der Rohe” de Latinoamérica. En 1999 fue nombrado Miembro Honorario del American Institute of Architects (AIA).
En el 2000 recibió la Beca Nacional de Creadores de Arte. En el 2003, recibió la Medalla de Oro por parte del Society of American Registered Architects (SARA).
En el 2004 el Certificado al Mérito por el Municipal Art Society de Nueva York.
En noviembre de 2005 recibió el Premio Mundial de las Artes “Leonardo da Vinci” por parte del Consejo Cultural Mundial.
En 2006 TEN Arquitectos recibió una Mención de Honor por parte del American Institute of Architects (AIA) NY Chapter por el diseño del Museo Guggenheim de Guadalajara.
Web: ten-arquitectos.com.
El DF carece de continuidad urbana
“Desgraciadamente en los distintos gobiernos capitalinos no hay un seguimiento en las políticas de desarrollo urbano, ayer hicieron los segundos pisos, hoy el metrobús, cuando urge mejorar el drenaje porque en cada época de lluvias la ciudad es una inmensa alberca de aguas negras”, asegura Moisés Isón, director de la empresa Central de Arquitectura.
Entrevistado en sus oficinas de Santa Fe, Isón recomienda a las autoridades impulsar otras soluciones como un plan a 20 años para que la ciudad crezca ordenadamente.
“Se deben plantear soluciones duraderas, no coyunturales. Un plan a largo plazo para que cada gobierno en turno haga el pedazo que le corresponda y tengamos una ciudad bien planeada. Las obras como el metrobús, línea 12, tranvía, son aspirinas al problema”.
El ganador del premio Cityscape Awards 2007, asegura que las recientes obras públicas sólo responden a plazos electorales o intereses políticos.
“Las vialidades no funcionan, la ciudad está creciendo sin rumbo. Hoy plantean megatúneles, puentes, soluciones temporales que generan cuellos de botella. Debe existir continuidad sin distinción partidaria. Hay que evitar las ocurrencias.”
Asimismo denuncia la falta de una reglamentación uniforme en las colonias para la construcción de departamentos, edificios y otros inmuebles.
“Finalmente hay una discontinuidad en los criterios que generan una ciudad gris. No hay criterios para que haya acabados en las obras. Esto se resume en caos, desorden, mal aspecto urbano y obviamente repercute en nuestro entorno cotidiano.”
Isón está convencido que la ciudad debe crecer verticalmente, crear parques, espacios para la gente y, sobre todo, estacionamientos para desahogar el terrible tránsito que aqueja a los capitalinos en zonas como Polanco, Centro, del Valle y Condesa.
“Hoy los servicios de la ciudad de México se encuentran concentrados en el centro y para aprovecharlos hay que meter más densidad en esas zonas. Los autos y la gente no están peleados, lo que pasa es que ya no hay espacio. La solución es crear una red de transporte público eficiente, que no contaminé y que conecte a toda la ciudad.”
El multipremiado en varias ediciones de la Bienal de Arquitectura Mexicana, lamenta el aspecto actual de la ciudad: casi toda es gris, cemento, contaminación, tensión urbana, y advierte que es imposible importar modelos de grandes urbes como Nueva York o Brasilia.
“Es imposible traer algún modelo de ciudad para el DF, Nueva York es una ciudad octogonal, tiene la gran ventaja de que su transporte público es confiable y eficaz. Es una retícula perfecta, en México no la tenemos. Hay que impulsar una política global para poder solucionar los problemas de la capital y que se entiendan los gobernantes”.
Moisés Isón viste un traje azul marino. Sus condominios son finas sombras que ocupan la tumba del aire. Central de Arquitectura realiza diseños de vanguardia y le apuesta a la vivienda sofisticada y funcional.
“Estamos haciendo vivienda básicamente en el sur de la ciudad, en Las Flores, en la del Valle, tenemos algo en Reforma, Tokio y Dublín, en la Anzures. Nos gusta que la vivienda tenga una gran riqueza espacial, la calidad de obra es muy buena, el diseño es sofisticado, y el servicio posventa es importante.”
Admirador de los arquitectos Alberto Kalach, Javier Sánchez, Renzo Piano, Rem Koolhaas, Santiago Calatrava, indica que es muy importante realizar obras con sentido ecológico ante fenómenos como el calentamiento global.
“Hoy queremos hacer cosas que trasciendan a nuestro entorno inmediato. Creo que es fundamental pensar en lo que le hemos hecho al mundo, hay que hacer construcciones que no afecten más al planeta. A mí me gustaría hacer un lugar que sea autosuficiente, 100 por ciento ecológico y de alguna manera auto sustentable.”
Conócelo
Nombre: Moisés Isón Zaga.
Lugar y fecha de nacimiento: México D.F., 1976.
Estudios: 1995-1999 licenciatura de Arquitectura Universidad Anáhuac.
1996 New York Institute of Interior Design
1997 SCI /ARC South California School of Architecture
Premios: 2002 7ª Bienal de Arquitectura Mexicana Mención Honorífica, categoría Turismo por el Hotel Deseo, en Playa del Carmen
2003 Bienal de Diseño de Interiores Arquine, Primer Lugar por el Hotel Deseo
2004 8ª Bienal de Arquitectura Mexicana, Mención Honorífica, categoría vivienda por edificio de departamentos Ámsterdam+Sonora, y Mención Honorífica, categoría comercial, por centro comercial Paseo de Carmen en Playa del Carmen.
2006 9ª Bienal de Arquitectura Mexicana, Premio medalla de plata en la categoría “Turismo” por la obra “hotel Básico”
2006 15ª Bienal de Arquitectura de Quito, Premio internacional categoría “proyecto no construido” por la obra “Sinagoga Monte Sinaí”
2006 Cityscape Awards 2007, Premio al hotel Básico en la categoría de “mid-range o Economy Hotel.
2006 Reconocimiento “Indautor” de la gran orden de honor al mérito autoral la categoría de arquitectónica por la obra Loma Linda.
Web: www.centraldearquitectura.com
