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Mayor presencia de la autoridad no implica más ejecuciones
Mayor presencia de la autoridad no implica más ejecuciones
7 minutos de lectura
Mayor presencia de la autoridad no implica más ejecuciones
31 de enero, 2011
Por: José Merino
@WikiRamos 

Fernando Escalante publicó un exhaustivo análisis sobre la evolución del homicidio en México en 2008 y 2009 . Una de las principales intuiciones de su texto fue la aparente relación positiva entre operativos conjuntos y el incremento local en homicidios. Nosotros concluimos que esa relación no existe, o al menos no con la claridad esperada.

Analizando los datos anuales entre 2007 y 2010 a nivel municipal una conclusión parece emerger: no hay más ejecuciones en municipios donde hay una presencia de visible de la autoridad, lo que sí se incrementa es el número de muertos por agresiones contra la autoridad.

Hay, de acuerdo con el Gobierno Federal, tres tipos de muertes asociadas al crimen organizado, por: ejecuciones, agresiones a la autoridad, y enfrentamientos entre autoridades y criminales. Si atendemos a la propia metodología de las autoridades, las primeras son síntoma de ajustes de cuentas entre criminales, las segundas de violencia de criminales hacia autoridades, y las últimas de confrontaciones armadas entre criminales y autoridades. De este modo, estas últimas muertes son una aproximación a la presencia de autoridades para el combate de organizaciones criminales.

Entre 2007 y 2010 hubo ejecuciones en mil 100 municipios del país, aunque 52% de ellas ocurrieron en apenas 20 ciudades. En contraste, se documentaron muertes por enfrentamientos en 397 municipios y en 149 al menos una muerte por agresiones a la autoridad. Más aún, únicamente 105 municipios tuvieron al menos una muerte dentro de las tres clasificaciones.

Para conocer la correlación entre los tres tipos de muertes, utilizamos una regresión estadística (ver nota metodológica al final), que nos permite identificar dos cosas: 1. en cuánto aumenta el número de muertes por un tipo cuando hay una muerte más reportada por los otros dos tipos; 2. con qué probabilidad esa relación es cierta (si la probabilidad es menor a 90% decimos que se trata de una relación no significativa, por el contrario, si es mayor a 90% decimos que es una relación significativa, dado que al menos sabemos con certeza que no es cero). En todos los casos incluimos la población del municipio en el análisis para controlar por el tamaño.

¿Qué explica el número de ejecuciones?

El número de muertes por agresiones y enfrentamientos, junto con el tamaño poblacional del municipio, predicen el 50% de las ejecuciones de un municipio en un año. Una primera señal de que las ejecuciones no responden sólo a otro tipo de violencia relacionada con el narco (si tomamos la suma de muertes total desde diciembre del 2006 el porcentaje de predicción crece a 70%), o bien, que hay un problema de medición en “ejecuciones” y en realidad está capturando otro tipo de homicidios no necesariamente relacionados con el crimen organizado.

Por cada muerte por agresiones a la autoridad reportada al año en un municipio, hay 40 ejecuciones y esta relación es cierta con probabilidad de 98%. En contraste, no existe una relación estadísticamente significativa entre muerte por enfrentamientos y ejecuciones. Este resultado cuestiona la conclusión de que ahí donde hay más presencia de la autoridad para el combate al crimen organizado, el número de ejecuciones se incrementa (basada centralmente en el caso de Ciudad Juárez). A menos que argumentemos que las muertes por enfrentamientos entre autoridad y criminales no es una correcta medición de la presencia de la primera.

Para entender esta relación mejor, podemos ver cuál sería el número de ejecuciones esperadas si un municipio pasara de tener cero muertes por enfrentamientos o agresiones en un año, a tener el valor máximo reportado (121 y 39 respectivamente).

Imagen 1: Ejecuciones esperadas

Así, si un municipio pasara de tener cero muertos por agresiones a los 39 reportados en Ciudad Juárez en 2010 (el valor anual más alto reportado), sumaría 1,571 ejecuciones más (con un margen de error entre 318 y 2,850, pero con la certeza de que no es cero). En contraste, Si ese mismo municipio saltara de cero muertes por enfrentamientos a 121 (el valor anual más alto, reportado en Reynosa en 2010), no podríamos afirmar que el número de ejecuciones aumentaría, dado que el margen de error va de -156 a 396; es decir, no sabemos con certeza que sea distinto de cero.

Tres posibles conclusiones: 1. no hay relación entre hostilidad autoridad-criminales y ejecuciones; 2. ahí donde hay agresiones del narco hacia la autoridad, hay también más ejecuciones; y 3. para entender por completo qué explica el número de ejecuciones por municipio, tenemos que buscar otras variables y/o revisar que las muertes reportadas como ejecuciones efectivamente lo sean.

Lo anterior implica algo que ya veníamos sospechando: hay municipios con muchas ejecuciones y pocas muertes documentadas por agresiones y/o enfrentamientos. El modelo estadístico que usamos predice un número de ejecuciones, si contrastamos ese número contra el número observado de ejecuciones, entonces podemos identificar los municipios con muchas más ejecuciones de las esperadas (dado su número de muertes reportadas por agresiones y enfrentamientos, así como su población), y viceversa, aquellos con muchas menos ejecuciones de las esperadas (i.e. graficamos los residuales de la regresión).

Imagen 2 Top 20 de más ejecuciones

Los municipios en esta gráfica representan a los que reportaron muchas más ejecuciones de las que hubiésemos esperado. Ciudad Juárez, Culiacán, Chihuahua, Tijuana y Gómez Palacio (en distintos años), dominan la lista. Sí, estas ciudades tienen un número de ejecuciones que no se corresponde con un número relativamente bajo de muertes por agresiones y/o enfrentamientos.

Imagen 3 Top 20 de menos ejecuciones

En dirección contraria, hay municipios con altos niveles de muertes por agresiones y/o enfrentamientos, pero con un número menor al esperado de ejecuciones. De manera interesante, se encuentran en Tamaulipas, Michoacán, Jalisco, Guerrero y Nuevo León. He ahí los casos que tendríamos que analizar a detalle para entender los tipos de violencia asociados al narco y su dispersión geográfica.

Bien, y qué explica las muertes por agresiones y enfrentamientos

De nueva cuenta, las ejecuciones no tienen relación significativa con las muertes por enfrentamientos; mientras que por cada muerte por agresiones a la autoridad esperaríamos una muerte por enfrentamientos (con 98% de probabilidad de ser cierto). Estas dos mediciones (junto con la población), explican apenas el 16% de la variación anual de muertes por enfrentamientos a nivel municipal (33% en el total del periodo).

Imagen 4 Muertes por enfrentamientos esperadas

Así, si en un municipio crecieran las ejecuciones de cero a 2,661 (valor máximo), el efecto en el número de muertes por enfrentamientos no es distinguible de cero. Mientras que, si las muertes por agresiones pasaran de cero a 39, aquellas por enfrentamientos crecerían en 45. No hay elementos para hablar de causalidad, pero claramente las muertes por agresiones a la autoridad y por enfrentamientos están estadística y significativamente relacionadas.

Imagen 5 Top 20 de más enfrentamientos

Reynosa, Nuevo Laredo, Mier, Matamoros, San Fernando, Miguel Alemán, todos en Tamaulipas dominan la lista de municipios con muchas más muertes por enfrentamientos de lo esperado, dado que tienen niveles relativamente bajos de ejecuciones y/o muertes por agresiones.

Imagen 6 Top 20 de menos enfrentamientos

Como seguramente lo sospechaban, Ciudad Juárez, Zitácuaro, y Acapulco son las ciudades en las que, dado el número de muertes por ejecuciones y/o agresiones, su número de muertes por enfrentamientos es mucho menor al esperado. La evidencia de una posible “especialización” de la violencia está ahí.

Finalmente, las muertes que mejor se explican estadísticamente son aquellas resultantes de agresiones contra la autoridad: por cada 101 ejecuciones habrá una muerte por agresiones (con 99% de probabilidad de ser cierta); y por cada 25 muertes por enfrentamientos habrá también una muerte por agresiones (con 99% de probabilidad de ser cierta).

Imagen 7 Agresiones esperadas

Si un municipio en un año pasara de cero ejecuciones a 2,661, el número de muertes por agresiones crecería en 26; y en 5 si el número de muertos por enfrentamientos pasara de cero a 121. Puede parecer un efecto no demasiado fuerte, pero recordemos que el número de muertes por agresiones se mueve entre cero y 39.

Imagen 8 Más agresiones de lo esperado

Zitácuaro, Ciudad Juárez (en 2010), Acapulco, Tijuana (en 2009), Tampico, y Chihuahua son las ciudades en las que se reportaron en distintos años muchas más muertes por agresiones a la autoridad de lo esperado. En contraste, dados sus niveles de muertes por ejecuciones y enfrentamientos, Ciudad Juárez (en 2008 y 2009), Tijuana (2010), Culiacán, Nuevo Laredo, Gómez Palacio y Mier, reportaron muchas menos muertes por agresiones de lo esperado.

Imagen 9 Top 20 de menos agresiones

¿La muerte tiene permiso? Sí, pero no el mismo en todos lados

Imagen 10 Especialización

Si vemos en los últimos tres años aquellos municipios con muertes por encima/debajo de lo esperado para los tres tipos de muerte, es claro que la violencia asociada al crimen organizado no es la misma ni en todos lados.

Chihuahua, Ciudad Juárez, Culiacán y Gómez Palacio, son las capitales nacionales de las ejecuciones, pero tienen niveles de muertes por enfrentamientos y/o agresiones menores a lo esperado. Curiosamente, Chihuahua y Juárez aumentaron radicalmente sus muertes por agresiones a la autoridad en 2010, justamente cuando salió el ejército del estado.

Tijuana es un caso especial. Mientras en 2009 tenía menos ejecuciones de lo esperado y más muertes por agresiones; en 2010 la relación se invirtió. Otro caso peculiar es Zitácuaro, uno de los municipios con menos ejecuciones y enfrentamientos de lo esperado, pero con muchas más muertes por agresiones a la autoridad de lo que el modelo predeciría.

Por su parte, Monterrey, Reynosa y Matamoros son los ejemplos más claros de ciudades con altísimos niveles de hostilidad entre autoridades y grupos criminales, pero un nivel bajo de ejecuciones, exactamente lo opuesto de lo que ocurre en Culiacán y Ciudad Juárez.

* Metodología *

Con una base de datos con el número total de muertes por enfrentamientos, ejecuciones y agresiones a nivel municipal entre 2007 y 2010; se corrieron tres regresiones lineales con los residuales agrupados por estado. Este modelo arrojó resultados no sustancialmente diferentes a un modelo time-series-cross-sectional (XT) con efectos fijos por municipio y errores robustos. Cada modelo usó una de las clasificaciones de homicidios como variable dependiente, contra las otras dos clasificaciones, así como la población del municipio en miles de personas. En las tres regresiones la prob>F fue menor a 2%.

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