El Senado reprobó la injerencia del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, en el caso de Florence Cassez y respaldó la postura de la cancillería mexicana que canceló el “Año de México” en el país galo.
En entrevista el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, José González Morfín aseguró que México no puede tolerar que el presidente Sarkozy, “que enfrenta los niveles más bajos de popularidad de su país, pretenda con esta causa sacar raja política”.
Además de intentar “aprovechar el asunto para mejorar su calificación ante los franceses”.
Sostuvo que “México tiene un poder judicial autónomo que revisó el caso de Cassez, el cual ya es cosa juzgada”.
El líder de los senadores del PAN, manifestó su apoyo a la condena que hizo la cancillería mexicana en contra del gobierno de Sarkozy.
También señaló que “no aceptamos que el año de México en Francia sea en homenaje a alguien que vino a cometer un delito en México y fue sentenciada, y que quedó demostrado que la justicia mexicana actuó con base al derecho”.
A su vez, el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones demandó a los gobiernos de los dos países demostrar voluntad política para evitar escalar a un más el conflicto diplomático originado por el caso de Cassez, quien fue sentenciada por secuestro en el país.
Beltrones Rivera también lamentó que el gobierno de Sarkozy haya montado una escena para buscar impactar a los franceses con el caso Cassez, pues ello ha originado dudas sobre el proceso judicial.
Sin embargo, el dirigente de la bancada del PRI en el Senado coincidió con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en que los procesos legales y jurídicos que lleva a cabo México deben ser respetados por todas las naciones, incluida Francia.
A su vez, el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete aseguró que el presidente Sarkozy ha escalado este asunto a un nivel inaceptable al decidir que este caso sea considerado como un asunto de interés nacional para Francia.
El legislador perredista señaló que México debe ser muy enérgico y exigir respeto a sus procesos internos evitando escalar en exceso este conflicto diplomático.
Navarrete coincidió con Beltrones y González Morfín en que el caso de Cassez está siendo utilizado por el presidente Sarkozy para reposicionar su imagen “ante el electorado de Francia”.
