Un agente federal estadounidense, asignado directamente para detener el flujo de armas de Estados Unidos (EU) a México, acusó que sus superiores le ordenaron dejar pasar rifles de asalto y otras armas hacia territorio mexicano, las cuales llegaban a manos de criminales, reportó ayer la televisora CBS News.
El agente de nombre John Dodson, de la agencia federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés), asignado a la oficina de Phoenix en 2010, afirmó para CBS que tenía como obligación detener el flujo de armamento hacia el sur en la frontera.
Dodson denunció que a la agencia ATF se le ordenó, desde los círculos más altos del Departamento de Justicia, permitir el paso de armas de EU a México para observar quién las recibe y con ello construir el caso legal y enfrentar a los criminales.
Según información de CBS, este operativo fue mantenido en secreto sin informar a las autoridades de México. La táctica consiste en dejar que las armas “caminen” y, en este caso, el resultado fue que encontraron que estas armas llegaron a manos de criminales que las usaron en México y EU.
La denuncia hecha por Dodson es un desafío a sus jefes, quienes niegan la existencia del operativo llamado “Rápido y Furioso”:
“Les digo que hemos estado haciendo esto cada día desde que estoy ahí. Aquí estoy. Díganme que no hice las cosas que hice. Díganme que ustedes no me ordenaron hacer las cosas que hice. Díganme que no ocurrió. Ahora tienen un nombre en esto. Tienen una cara ahí. Aquí estoy. Ahora, alguien dígame que no ocurrió”, afirmó Dodson en entrevista con CBS.
Un video obtenido por CBS muestra a supuestos proveedores de armas de los cárteles de las drogas cargando cajas llenas de rifles de asalto tipo AK-47. “Entonces resulta que la agencia no sólo lo permitió, sino que lo videograbó”, se afirmó en el show de CBS.
El noticiario afirmó que las armas que pasaron aparecieron en crímenes cometidos en México. “Y mientras que la ATF se quedó observando cómo miles de armas llegaban a las calles… el supervisor del grupo Rápido y Furioso anotó la escalada de la violencia en México. Un correo electrónico suyo registra que 958 personas fueron asesinadas en marzo de 2010, “el mes más violento desde 2005” y en el mismo correo escribió: “Nuestros sujetos adquirieron 359 armas de fuego sólo en marzo”.
Lo que resultó inadmisible para Dodson fue lo ocurrido el 14 de diciembre de 2010, cuando el agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry, fue asesinado a balazos. Dodson fue informado por colegas que habían matado a un agente, y que se usaron armas del operativo Rápido y Furioso –dos rifles de asalto que habían permitido pasar casi un año antes fueron encontrados en el sitio del crimen. “No hay mucho que uno pueda decir después de eso”, dijo a CBS, conteniendo las lágrimas. El senador Charles Grassley ha iniciado una investigación sobre el caso, y entrevistaron a Dodson y una docena de fuentes en la ATF, y se encontró con la misma historia. Pero la agencia, se queja, no ha cooperado.
