Reforma publica en primera plana que el monto contratado a corto plazo por diversas entidades del país asciende a 50 mil millones de pesos, aproximadamente, de acuerdo con una compilación hecha dicho diario a partir de reportes y análisis de agencias calificadoras.
El diario destaca que a decir de expertos, de no ponerse límites, en menos de un lustro, el monto podría llegar a niveles insostenibles y producirse una crisis financiera que obligaría a la Federación a entrar al rescate.
Por lo anterior, no es de extrañar que Fitch Ratings y Standard & Poors hayan bajado o puesto en perspectiva negativa las calificaciones crediticias de Michoacán, Nayarit, Zacatecas, Quintana Roo, Coahuila y Veracruz, entre otros, pues están tomando los créditos de corto plazo como un mecanismo de endeudamiento adicional, en lugar de que se tomen para lo que son, para cubrir una deficiencia en ingreso temporal.
Muchas entidades han rebasado su nivel de deuda porque sólo están obligadas a notificar a Hacienda los adeudos que contraten de largo plazo, en especial los que garanticen con participaciones.
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