El Partido Acción Nacional (PAN) acusó falta de voluntad política de los ministerios públicos para investigar y deslindar responsabilidades en el caso del asesinato de Rubí Marisol Frayre, hija de la activista Marisela Escobedo, ésta asesinada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua.
En un comunicado el PAN expresó su rechazo a que el Congreso de Chihuahua haya avalado el fin del juicio político contra los jueces orales Catalina Ochoa, Nezahualcóyotl Zúñiga y Rafael Buodid, quienes dejaron en libertad al presunto asesino de Rubí Marisol Frayre.
“Este tipo de acciones fomenta la impunidad y alienta la corrupción e ineficacia del servicio público”, denunció el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de ese instituto político, al señalar que con dicha decisión se canceló llegar al fondo del asunto, así como inhabilitar a los funcionarios.
Incluso, agregó, la decisión dejó en claro las inconsistencias jurídicas en el caso y la “evidente negociación económica y laboral a la que llegaron el Ejecutivo del estado, el Congreso y los jueces”.
El PAN defendió que su grupo parlamentario votó en contra de la resolución del Congreso estatal y que fue el coordinador de la fracción, Héctor Ortiz Orpinel, quien dejó ver la presunta negociación.
“Acción Nacional considera sospechoso e inadmisible que se desdeñara de facto el asunto, ya que este juicio inició con el ánimo de castigar con cárcel una mala praxis judicial y terminó en una negociación”, sostuvo.
Ello toda vez que durante el caso se crearon “especulaciones dolosas a la ciudadanía” y con la decisión se deja sin resultados tangibles el caso Rubí y mucho menos el del asesinato de su madre, Marisela Escobedo.
