La Marina Armada de México ha cobrado en los últimos años mayor importancia para la seguridad de los mexicanos al ser partícipe de la guerra contra el crimen organizado, lanzada por el presidente Felipe Calderón; sin embargo, su incursión ha implicado un golpe a su reputaciónal ser señalada de cometer abusos contra civiles.
Un análisis de In Sight, agencia especializada en crimen organizado, sostiene que pese a haber logrado importantes golpes contra narcotraficantes, como el abatimiento de Arturo Beltrán Leyva. Alias el “Jefe de Jefes” y Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta”, la Marina ha visto dañada su imagen ante la población por recientes acusaciones de abusos.
Las acusaciones contra la Marina han surgido en torno a la presunta corrupción al interior de sus filas y a supuestas violaciones a los derechos humanos, señaladas por organismos internacionales como Amnistía Internacional (AI).
AI ha pedido a las autoridades mexicanas investigar la desaparición de seis personas cuyos familiares afirman que fueron detenidos por la Armada el pasado 5 de junio, durante una operación en el estado de Tamaulipas. Sobre ese caso, la Marina admitió que sus tropas “tuvieron contacto” con los desaparecidos, pero niega que fueron detenidos.
Ante las acusaciones, In Sight cuestiona si la Marina realmente ayuda a mejorar la seguridad pública en México, ya que las muertes relacionadas con el crimen organizado están aumentando y la estrategia militar del presidente Calderón está siendo cada vez más cuestionada.
La agencia especializada en crimen organizado sostiene que la Marina es sin duda una fuerza más poderosa de lo que era hace varios años, pero puede estar perdiendo su reputación como una fuerza digna de confianza al acumular denuncias de violaciones de derechos humanos y corrupción.
Paradójicamente, la decisión de Calderón de incluir a la Marina en la guerra contra el crimen organizado llegó cuando el Ejército comenzó a enfrenta acusaciones de abusos de derechos humanos, mientras que a la policía se le percibe como plagado de corrupción.
La Marina, asegura In Sight, se había ganado la reputación de ser más confiable, en parte porque no había sido muy involucrado en la lucha contra el crimen organizado. Esto significaba que los delincuentes tenían menos incentivos para tratar de penetrar en la institución. También es una fuerza más pequeña, por lo que es más fácil de controlar y mantener la disciplina.
