El poeta Javier Sicilia y el actor Diego Luna se unieron hoy para apoyar una campaña donde exigen al presidente de Estados Unidos, Barack Obama detener el tráfico de armas hacia México.
La campaña “Alto al Contrabando de Armas” que apoyan el actor y el activista refiere que mientras no se detenga el cruce de armas “ninguna otra lucha que hagamos tiene sentido”.
Dentro de sus propuestas se encuentra el reunir firmas para hacerle ver al presidente de EU que para detener el tráfico de armas se necesitan de tres acciones, que no requieren la aprobación del Congreso estadounidense y son las siguientes:
1. La prohibición de la importación de fusiles de asalto en Estados Unidos, pues en muchos casos esas armas son llevadas hacia el sur de la frontera.
2. Aumentar la capacidad reguladora de la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) en los estados fronterizos, para limitar el tráfico ilegal de armas.
3. De acuerdo con la norma que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció en julio, las tiendas de armas de cuatro estados del suroeste estadounidense tienen que avisar a las autoridades federales cuando detecten compradores frecuentes de rifles de alto poder.
“Estas armas están detrás de la violencia que ha dejado a miles de familias en luto (…) ya no es necesario un muerto más. A mí lo que me prendió de esta iniciativa es el alto chance que tiene de que suceda”, señaló Diego Luna.
“La violencia destruye vidas y familias y amenaza la democracia mexicana”, afirmó Sicilia.
A diferencia de Estados Unidos, en México es difícil obtener permiso para portar un arma. La Secretaría de la Defensa Nacional sólo otorga permisos después de que las personas pasan exámenes psicológicos y de antecedentes penales, además de mostrar documentos que demuestren un salario legítimo y razones por las cuales se quiere adquirir un arma.
Sin embargo, la mayoría de las armas usadas para cometer crímenes en México son ilegales.
En junio, tres senadores estadounidenses presentaron un reporte que sostiene que el 70% de las armas confiscadas en México, y sometidas a un programa de rastreo, provenían de Estados Unidos.
Con información de AP y EFE.