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Conclusiones de las nuevas rutas del #PeriodismoCultural
Conclusiones de las nuevas rutas del #PeriodismoCultural
5 minutos de lectura
Conclusiones de las nuevas rutas del #PeriodismoCultural
24 de septiembre, 2011
Por: Francisco Sandoval (@MrTerremoto)
@WikiRamos 
Participantes del ciclo de conferencias “Nuevas Rutas” de la FNPI.

“El periodismo atraviesa un encrucijada inédita: los formatos impresos parecen tener los días contados”, fue una de las ideas que planteó el escritor y maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Juan Villoro, durante el cierre del ciclo de conferencias las “Nuevas Rutas” del #PeriodismoCultural que organizó la FNPI y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), con el objetivo de estimular a la reflexión en torno al futuro del periodismo cultural.

Con una afluencia de alrededor de 800 personas de manera presencial y otras 900 a través de la trasmisión en vivo que se hizo por internet, tres maestros de la FNPI, la editora de la revista Gatopardo para el Cono Sur, Leila Guerreiro, así como el novelista mexicano, Jorge Volpi, hablaron sobre el tema y establecieron una serie de conclusiones que podrían ayudar a mejorar la cobertura periodística cultural no sólo en México sino en toda América Latina.

Leila Guerriero.

Animal Político te presenta algunas de las conclusiones que ofrecieron los ponentes del ciclo de conferencias celebrado en el Centro Nacional de las Artes y que fueron publicadas en la página de internet de la FNPI.

Primera Conferencia: El relato hecho añicos: tecnología y escritura: Francis Pisani (maestro de la FNPI).

La nota informativa no existe más como la conocemos en los medios tradicionales porque no es un producto acabado sino que se está transformando casi en el instante. Es líquida. El ladrillo constitutivo de nuestro oficio está cambiando; pero ese cambio parece que no lo está captando el periodismo cultural.

Trazó tres ejes en el cambio del periodismo cultural desde las tecnologías de la información: La publicación (los soportes), la organización y la distribución. Los medios impresos tienen muchos más lectores virtuales, desde la red, que en la versión de papel. Eso ellos lo saben y están replanteando, modificando conceptos que antes no se tenían contemplados, entre ellos: obicuidad, movicuidad e hiperconectividad. Deben existir nuevos códigos de ética para los nuevos tiempos.

Muchos periodistas se están mostrando renuentes a ensayar las nuevas tecnologías, pero con argumentos que no sirven, que no valen, al menos, para el momento en que estamos viviendo la información. No es sólo cuestión de los medios informativos sino en lo individual de los periodistas. Debimos entrarle a la tecnología desde antier…negar e ignorar las tecnologías de la información es negar que el mundo está cambiando y además es quedarse fuera, porque al final nadie se salva.

(Aquí el resto de las conclusiones)

Héctor Felliciano. Foto: FNPI.

Segunda conferencia: El cuento de nunca acabar: Héctor Feliciano (Maestro de la FNPI)

Trazó seis ejes principales para una investigación periodística profesional: intuición, curiosidad, modestia, ingenuidad, terquedad y paranoia. Todas son sumamente importantes para darle profundidad a la reportería, debemos inventarnos un lector interior que sea muy exigente aunque no un erudito, que deberá vigilar el proceso de investigación y escritura.

La reportería de base es la melodía y el ritmo fundamental de nuestro oficio. Antes de la investigación seria el reportero debe hacerse una serie de preguntas respecto al objeto de estudio: cómo me lo explico, cómo lo entiendo, cómo lo entenderá mejor el lector. Esto ayudará a que el reportero piense primero como lector y se vaya haciendo las interrogantes que tendrán que estar debidamente respondidos una vez concluida la investigación.

La investigación periodística debe estar acompañada de una dosis de paranoia: Se trata de utilizar para bien aquel sentimiento de persecución del periodista, el sentimiento de que existen complots y conjuras, maquinaciones e intrigas sobre el tema; de que un desconocido –cuyo nombre terminará, naturalmente, por salir a la luz– intenta escondernos lo que uno debe revelar. (Aquí el resto de conclusiones)

Tercera conferencia: El periodismo cultural no existe: o los calcetines del pianista: Leila Guerriero (ganadora del premio Nuevo Periodismo CEMEX-FNPI)

El periodismo cultural no existe como tal porque un acontecimiento de esta naturaleza debe ser tan bien escrito como si se estuviera escribiendo una crónica de la matanza de mujeres en Ciudad Juárez.

Todo buen reportero no importa si cubre cultura o deportes, en todos los casos debe saber quién es Octavio Paz.

No debe haber diferencia entre un periodista cultural y otro que cubra cualquier fuente porque los mejores periodistas son aquellos que pueden escribir sobre cualquier cosa. Lo que no se debe perder de vista es que un escritor es mucho más que un hombre que escribe, así como cuando se hace la reseña de un concierto de piano no se debe dejar de ver al instrumento y su ejecución, ni tampoco a los calcetines del pianista. Debemos fijarnos en lo infraordinario.

Cuarta conferencia: Los dilemas del periodismo cultural por televisión: Jorge Volpi (novelista y colaborador de los periódicos El País y Reforma).

Si me tuviera que referir al periodismo cultural por el tiempo que la televisión le dedica, entonces sería prácticamente nulo… La televisión ha marginado a tal grado los contenidos culturales porque se pondera más el espectáculo y la farándula.

Son muchos los factores que se han sumado para que la cultura y su tratamiento en los medios esté pasando a ser un bien menor, entre ellos, la preponderancia de la sociedad del espectáculo y la crisis global que, sin duda, ha afectado a todos los medios de comunicación. (Aquí el resto de conclusiones)

Quinta conferencia: Itinerarios del ornitorrinco: el periodismo cultural en la arena pública: Juan Villoro (maestro de la FNPI)

En tiempos de comida congelada y activos mensajeros en motocicleta, las necesidades se satisfacen más y mejor que los caprichos. Los verduleros y los periodistas de tentación no siempre encuentran espacio para ofrecer los duraznos que frotan con esmero en sus solapas. Y pese a todo, no han dejado de demostrar una paradoja: también la tentación es necesaria. A fin de cuentas nada es tan humano como sucumbir a una debilidad. En El abanico de Lady Windermere, Oscar Wilde resume el tema: “Puedo resistirlo todo, salvo la tentación”.

Ciertas debilidades degradan, otras enaltecen, otras más son tan comunes que ni se notan. El gran desafío del periodismo de tentación consiste en mejorar las debilidades de los lectores.

¿Cómo lograrlo? Los hechos ocurren al menos dos veces, en la realidad y en la mente de los testigos. La primera obligación del periodista cultural consiste en reconocer que trabaja en el orden de la representación, no sólo por abordar formas del arte que son, en sí mismas, reelaboraciones de lo real, sino porque la sola contemplación de los sucesos implica valorarlos, seleccionarlos, entenderlos, aplicar la subjetrividad. En otras palabras: la realidad del periodismo no está en la “realidad”. Todo texto es una construcción. Ser fiel a lo que ocurrió no depende de reproducirlo en forma neutra e indiscriminada sino de recuperarlo con verosimilitud narrativa. En este sentido, todo buen periodismo cultural es una pieza literaria, trabajada desde el lenguaje. (Aquí el resto de la plática)

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