Al conmemorarse este sábado el décimo aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas, Pía Taraceno Gout, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, aseveró que el final de la guerra estadunidense contra el terrorismo se percibe inalcanzable.
Planteó que si bien la muerte de Osama bin Laden, quien fuera líder de Al Qaeda, fue muy significativa por su rol como presunto orquestador del ataque, está lejos de marcar el principio del fin del conflicto.
“Tendremos que aprender a vivir con eso, pues no tiene marcha atrás. Que se termine con la vida de los líderes no garantiza el fin del problema, porque esto no tiene fin”, dijo en un comunicado.
Indicó que los terroristas usan la violencia como medio de expresión para presionar a los países en términos de poder y es algo con lo que las naciones no pueden negociar. “Puedes negociar con el comunismo soviético, pues tiene un gobierno y un interlocutor, pero eso no existe con los grupos terroristas”.
Para la internacionalista el 11 de septiembre de 2001 cambió el paradigma de un mundo de globalización comercial e inversiones por un mundo de sospecha, pues tras el ataque perpetrado en suelo estadunidense la agenda de ese país “se centró en la seguridad, cambiando su visión del mundo, lo que no le permite ver cuestiones como los derechos humanos o el asunto migratorio”.
Por otra parte, señaló Taraceno Gout, no sólo la relación México-Estados Unidos resultó severamente dañada, sino que además el gobierno de la nación vecina se “olvidó” de Latinoamérica, centrando su interés político en Asia Central, dejando al resto del continente americano apartado de su atención.
La especialista también subrayó la necesidad de que el continente americano cuente con percepciones y esquemas compartidos de seguridad.
“Debe existir una seguridad fronteriza, proyectos y valores conjuntos para entender que el terrorismo islámico es un enemigo común”, recalcó.
