Los cárteles de Los Zetas y el de Sinaloa se reparten la mayor parte del control del territorio nacional, siendo los primeros quienes tienen el dominio de más zonas al interior del país, según información revelada por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
De acuerdo con la versión oficial del gobierno, dada a conocer ayer por Cuitláhuac Salinas Martínez, titular de la SIEDO, existen en México siete grandes cárteles que se reparten el territorio y son:
El cártel de Juárez, La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, el cártel de los Beltrán Leyva, el Pacífico o Sinaloa, de los Arellano Félix, Los Zetas y el cártel del Golfo.
Cuitláhuac Salinas destacó que de estos seis grupos, los liderados por Heriberto Lazcano, alias “El Lazca”, (Los Zetas) y Joaquín “El Chapo” Guzmán (cártel de Sinaloa) son los que operan en una mayor porción del territorio.
Los Zetas controlan la mayor parte del país y su zona de influencia va desde el sur y hasta el norte de la nación, del lado del Golfo de México, incluyendo estados como Tamaulipas, Durango, Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Aguascalientes, Veracruz, Colima, Oaxaca, Tabasco, y Quintana Roo. También se sabe que su control llega hasta países de Centroamérica, como Guatemala.
La zona de operación del cártel de Sinaloa se centra en las costas del Pacífico mexicano, con presencia en estados como Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo. Pese a tener menos territorio que Los Zetas, el cártel liderado por “El Chapo” es considerado como la organización más poderosa y cohesionada de todas.
La SIEDO identifica a regiones de Durango, Coahuila y Veracruz como zonas de disputa entre los dos cárteles más poderosos del país. Mientras Tamaulipas y Nuevo León son plazas disputadas por Los Zetas y el cártel del Golfo.
Sobre el cártel del Golfo, la SIEDO informó que tiene presencia en Nuevo León, Tamaulipas y zonas de Veracruz donde lucha con Los Zetas por el control del territorio.
A su vez, el cártel de Juárez, opera principalmente en partes de, Sonora, Quintana Roo, Durango y Coahuila.
Los Betrán Leyva, por su parte, aún conservan células en Sinaloa, Durango, Coahuila, Nayarit, Colima, Guerrero, Morelos, estado de México y en zonas limítrofes de Guerrero con Michoacán, pese a la muerte de su líder Arturo Beltrán Leyva a finales de 2009.
Un caso similar es el de Los Caballeros Templarios, escisión de La Familia Michoacana, que se mantiene operando en los estados de México, Michoacán, Jalisco y Morelos, pese a la captura de algunos de sus líderes.
El reacomodo
La información revelada por la SIEDO presenta muchas coincidencias con la difundida constantemente por la agencia de inteligencia privada estadounidense Strategic Forecasting (@Stratfor) sobre la zona de influencia de los cárteles mexicanos.
En su reporte sobre la actividad de los cárteles mexicanos en el tercer trimestre del año, Stratfor afirma que en estos tres meses hubo un nuevo reacomodo en las alianzas entre los cárteles de la droga mexicanos:
Esta tendencia es la polarización de los cárteles alrededor de las dos más grandes organizaciones: el cártel de Sinaloa y Los Zetas.
Según la agencia, el reacomodo de cárteles dejó un escenario de dos bandos bien definidos y un grupo de pequeñas organizaciones que parecen operar independientemente. Los bandos actuales son los siguientes:
1.- Cártel de Sinaloa, Cártel del Golfo y Cártel de Tijuana (Organización Arellano Félix).
2.- Los Zetas, Cártel del Pacífico Sur, La Resistencia y el Cártel de Juárez (Organización Carrillo Fuentes).
3.- Independientes: La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Aquí un gráfico sobre el reacomodo:
