El Congreso del Estado de Jalisco entró en una parálisis de actividades debido a que los diputados se acabaron todo el presupuesto de este año, además de una ampliación presupuestal, y se quedaron sin dinero para el pago de nómina.
Debido a que la primera quincena de noviembre ya no fue cubierta por los diputados, ayer los trabajadores sindicalizados decidieron parar actividades a partir de hoy, aunque advirtieron que los diputados sí podrán ingresar al edificio, aunque no permitirán la entrada a los trabajadores de confianza.
Este año el Poder Legislativo tuvo un presupuesto de 536 millones de pesos, recurso que agotaron hace semanas, por lo que el Gobernador les concedió una ampliación presupuestal de 120 millones de pesos, aunque todo ese recurso en conjunto ya lo agotaron los diputados y requieren cubrir cuatro quincenas más y el aguinaldo, además de deudas con proveedores.
Por tanto, los diputados esperan conseguir 200 millones de pesos más para concluir su ejercicio 2011, sin embargo por ahora el Ejecutivo no se los ha concedido y ningún banco ha aceptado concederles un crédito.
Gustavo Macías, coordinador del grupo parlamentario del PAN, advirtió que el crédito no es la solución para los problemas de pago de nómina, pues de acuerdo con la ley, este tipo de deuda no se puede contratar si se dirige al gasto corriente.
Enrique Abry de Castro Palomino, coordinador del PVEM, señaló al gobernador Emilio González Márquez como responsable de la falta de recursos además de que cree que los podría estar bloqueando con los bancos para que éstos no les concedan el crédito que solicitan.
Ayer el secretario de Finanzas, Martín Mendoza señaló que no cuentan con recursos de los que se puedan disponer de los 200 millones de pesos que requieren los diputados para poder solucionar su situación financiera.
Cuestionado sobre si podría dar una nueva ampliación presupuestal a los diputados, el Gobernador González Márquez respondió con otra pregunta: “¿de dónde?”.
La crisis económica del Congreso local se arrastra desde la anterior legislatura que dejó sin pagar algunos proveedores, aunque la principal carga fue la contratación con base de personal que estaba al servicio de los anteriores diputados en calidad de eventuales, por lo que la nómina tuvo que crecer ya que los nuevos legisladores llegaron con sus propios empleados de confianza.
El año pasado los diputados tuvieron un atraso similar y el Gobernador les concedió una ampliación presupuestal, pero no fue suficiente para solucionar sus problemas financieros.
Al concluir 2010 los diputados y el gobernador se enfrentaron en un pleito por las modificaciones que se pretendìan realizar al presupuesto de 2011, de manera que se tuvo que ejercer el mismo recurso que el año pasado y no se amplió el dinero que recibirían los legisladores, de manera que el mismo desfase que tuvieron un aÑo, se repitió en el segundo.
Por ahora los diputados tienen pendiente la discusión del presupuesto 2012, pero mientras no consigan liquidar la nómina, los trabajadores sindicalizados no permitirán que funcione operativamente el Congreso.
