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Reportan que Los Zetas cubren casi todo el país con sofisticada red de telecomunicaciones
Reportan que Los Zetas cubren casi todo el país con sofisticada red de telecomunicaciones
6 minutos de lectura
Reportan que Los Zetas cubren casi todo el país con sofisticada red de telecomunicaciones
26 de diciembre, 2011
Por: Dulce Ramos
@WikiRamos 
La última semana de noviembre de 2011, en la región de la Huasteca, los límites entre Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí, efectivos del Ejército Mexicano decomisaron otro sistema de comunicación, entre los cuales se encontraron varias computadoras portátiles.

Cuando las caravanas de soldados o policías federales avanzan a través de los matorrales del norte de México, el cártel de los Zetas sabe que vienen.

Un taxista o un vendedor callejero emite el alerta, equipados con un radio portátil de alta tecnología y pagados para trabajar como un centinela conocido como “halcón”.

La señal de radio viaja a lo profundo de la árida campiña, a horas a pie del camino más cercano. Allí, las ramas verde oscuro de 2.4 metros de altura de la jara ocultan una torre de radio pintada del mismo color para que pase inadvertida. Un cable oculto bajo la tierra transmite energía desde un panel solar.

Un amplificador de la señal reenvía el mensaje a través de una red de poderosas antenas y otros repetidores que se extienden cientos de kilómetros a través de México, un sistema oculto de telecomunicaciones que le permite al cártel coordinar la entrega de drogas, así como efectuar secuestros, extorsión y otros delitos con la inmediatez y la precisión de una moderna agencia militar o policial.

El ejército y la marina mexicanos han comenzado a combatir el sistema, incautando cientos de piezas de equipo de comunicaciones en al menos tres operativos desde septiembre que ofrecen una visión de primera mano de una infraestructura sorprendentemente sofisticada y de gran alcance.

Funcionarios policiales estadounidenses en servicio y retirados dicen que el equipo, que va desde torres profesionales a radios de mano, forma parte de una sola red que hasta hace poco se extendía desde la frontera con Estados Unidos hacia el sur por la costa del Golfo de México hasta el interior de Guatemala.

La red le permitía a los operadores de los Zetas efectuar conversaciones cifradas sin depender de la red oficial de teléfonos celulares, que las autoridades pueden intervenir con relativa facilidad, y en muchos casos carece de cobertura dentro de lo profundo del campo mexicano.

Están haciendo lo que haría cualquier unidad militar sensata“, dijo Robert Killebrew, un coronel retirado del ejército estadounidense que ha estudiado a los cárteles mexicanos del narcotráfico para el Centro por una Nueva Seguridad Estadounidense, un organismo de investigación en Washington. “Están diversificándose con la mayor cantidad de formas de telecomunicaciones que puedan implementar”.

El ejército mexicano dijo el 4 de diciembre que había incautado al menos 167 antenas, 155 repetidores, 166 fuentes de electricidad, 71 piezas de equipo de cómputo y 1,446 radios. Ese equipo ha sido retirado en varias ciudades del estado de Veracruz y en los estados norteños de Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Tamaulipas.

El cártel del Golfo, una banda de narcotraficantes que empleaba a un grupo de ejecutores conocido como los Zetas que habían desertado de las fuerzas especiales del ejército, erigió la red alrededor de 2006.

Los Zetas se separaron del cártel del Golfo en 2010 y desde entonces se han convertido en uno de los grupos de narcotraficantes con mayor predominio en el país, que también tiene fructíferas actividades suplementarias en secuestros, extorsión y tráfico de seres humanos.

El cerebro de la red era José Luis del Toro Estrada, experto en telecomunicaciones conocido como “El técnico”, que hace dos años se declaró culpable ante un tribunal federal en Houston de asociación ilícita para distribuir cocaína.

Con equipo obtenido legalmente por valor de millones de dólares, del Toro instaló el sistema en la mayor parte de los 31 estados de México y en partes del norte de Guatemala bajo las órdenes de los principales líderes del cártel del Golfo y de los Zetas.

El jefe del cártel del Golfo para cada territorio de narcotráfico —conocido como plaza— era el responsable de adquirir las torres y los repetidores, así como de equipar con radios a sus subordinados, de acuerdo con la declaración jurada que hizo del Toro a la corte con el fin de obtener una reducción de la pena.

Del Toro empleaba a especialistas en telecomunicaciones para que dieran mantenimiento y operaran el sistema, y también para que buscaran nuevas tecnologías, según el texto judicial.

Sin embargo, las autoridades mexicanas presentaron un panorama distinto de la infraestructura del sistema de radio de los cárteles, al que consideran menos monolítico que el descrito por sus contrapartes estadounidenses.

Un oficial militar mexicano negó que el ejército y la armada estuvieran buscando una red que cubría toda la costa del Golfo de México. Las operaciones habían estado centradas en una serie de sistemas locales más pequeños que no estaban interconectados debido a limitantes técnicas, señaló.

“No es una sola red”, dijo el funcionario a la AP a condición de guardar el anonimato por lo delicado del asunto. “La usan para actuar a nivel local”.

Los reporteros que se desplazan con las fuerzas armadas mexicanas han escuchado que los cárteles utilizan equipo de radio para difundir amenazas en las frecuencias de los soldados. El funcionario militar le dijo a The Associated Press que los operadores de los cárteles todavía están intentando penetrar en las frecuencias militares y espiar las comunicaciones oficiales por radio y teléfono celular, pero las señales estaban codificadas y protegidas.

Al menos hasta fecha reciente, el sistema del cártel era controlado por computadoras que permitían ejercer un complejo control de las señales de radio, permitiéndole a los narcos dirigir sus telecomunicaciones a radios específicas sin que otros las escucharan, de acuerdo con Grupo Savant, una firma de consultoría en asuntos de inteligencia y seguridad en Washington que conoce de primera mano las operaciones de los cárteles en México.

El sistema de radio parece ser “una red de bajo costo, fácil mantenimiento y ampliación” que muestra la sofisticación de los Zetas, dijo el consultor Gordon Housworth, del Intellectual Capital Group, LLC.

Otras organizaciones delictivas mexicanas cuentan con redes similares de radio, entre ellas el cártel de Sinaloa, ubicado en el estado costero del Pacífico del mismo nombre, y la pandilla callejera Barrios Azteca, que opera en Ciudad Juárez, frente a El Paso, Texas, señaló un funcionario policial estadounidense.

Sin embargo, el sistema de los Zetas es el de mayor extensión, agregó el funcionario, quien habló a condición de guardar el anonimato debido a lo delicado del asunto.

Las redadas mexicanas son “un intento deliberado para interrumpir el ciclo de negocios de los cárteles”, dijo un ex funcionario policial con conocimiento directo de la red. “Al intentar acabar con los mandos y con las comunicaciones se altera el control”.

Autoridades policiales y analistas independientes describieron las operaciones contra el sistema de telecomunicaciones de los Zetas como victorias significativas a corto plazo en la lucha contra el cártel.

“Las incautaciones muestran que la organización está en apuros“, dijo Steven Dudley, codirector of InSight, un grupo que analiza e investiga al crimen organizado en Latinoamérica.

No está claro cuál será el impacto a más largo plazo. El cártel ha tenido pocas dificultades en reemplazar equipo de radio y otros pertrechos incautados en operativos más pequeños en los últimos años. Y los contactos entre los operativos de más alto rango de los Zetas tienden a efectuarse en comunicaciones altamente codificadas a través de la internet, de acuerdo con Grupo Savant.

El equipo de radio de los cárteles es casi omnipresente para los mexicanos que viven en los frentes de la llamada guerra contra el narcotráfico.

En el estado de Tamaulipas, frente al este de Texas, muchas antenas están ocultas bajo el follaje de la jara, un arbusto invasor que se ha extendido a gran parte del territorio deshabitado de la entidad. Incluso a unos pocos metros de distancia es casi imposible ver las torres o los cables que las alimentan.

En Nuevo Laredo, el primer bastión de los Zetas, es posible ver antenas en tejados y lotes vacíos. Un soldado le dijo a la AP que, incluso cuando las autoridades quitaron una antena allí, fue reemplazada con rapidez.

AP

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