Custodiados por elementos del Ejército Mexicano, los pobladores de Santa María Ostula sepultaron ayer a José Trinidad de la Cruz, el dirigente ejidal secuestrado y asesinado entre el pasado martes y miércoles, cuando acompañaba a una delegación del Movimiento por la Paz que visitaba esta zona de Michacán, donde la operación de grupos armados del crimen organizado ha sido denunciada por los habitantes desde 2009.
David Peña, integrante de la Asociación de Abogados Democráticos, la cual brinda asesoría legal a los pobladores de Ostula y pueblos vecinos, reveló que un convoy militar acompañó a los deudos de José Trinidad hasta la localidad aledaña de La Ticla, donde los restos del anciano de 73 años fueron depositados.
Peña informó, además, que será este sábado cuando interponga, en nombre de los familiares del dirigente ejidal, una denuncia penal en contra de los policías federales que, el pasado martes, acompañaban a la delegación del Movimiento por la Paz en su ruta hacia Ostula, escolta que fue suspendida “irregularmente” justo al llegar a Xayacalan, pueblo donde José Trinidad se sumó al grupo de activistas civiles y en cuya salida fueron emboscados.
“Los policías federales que tenían la orden de proteger a los miembros del Movimiento por la Paz –señaló Peña– violaron esta encomienda, abandonaron la vigilancia que estaban obligados a cumplir y, por omisión o por complicidad, permitieron que hombres armados atacaran a la delegación del MPJD y se llevaran a Don Trino (como la comunidad conocía al dirigente ejidal)”.
El abogado añadió que la presencia del convoy militar en estas localidades permitió que este viernes se distendiera el ambiente de violencia del que alertaron los habitantes desde mediados de semana, luego del asesinato de José Trinidad de la Cruz.
“Durante los días miércoles y jueves pasados –añadió Peña–, los campesinos de Ostula me reportaron la presencia de hombres armados en la zona, que estaban concentrándose para, se temía, realizar un ataque contra la población indefensa”.
Sin embargo, denunció, el Ejército se retiró hacia las 18:00 horas del viernes, por lo que previó que los grupos armados que hostigan a los vecinos de Ostula, Xayacalan y La Ticla, vuelvan a hacerse presentes.
Inicia búsqueda oficial de ecologistas desaparecidos
Este viernes, Gustavo Sánchez, presidente de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales, aportó nuevos detalles recabados en torno a la desaparición forzada de los ambientalistas Eva Alarcón y Marcial Bautista, secuestrados durante la madrugada del pasado miércoles, cuando se dirigían de Petatlán, Guerrero, a la Ciudad de México.
Ambos ecologistas, también integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, viajaban en un autobús de la línea Futura, que fue detenido en un retén “custodiado presuntamente por policías estatales”.
“Sabemos que un grupo de hombres armados detuvo el autobús –señaló el representante de la red de organizaciones forestales– y obligó a los líderes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán a descender, y se los llevaron con rumbo desconocido. Una de las presunciones que hay sobre el caso es que podrian estar involucrados en el secuestro elementos de una corporación policiaca”.
Gustavo Sánchez explicó que Eva Alarcón “es integrante destacada del Grupo de Seguimiento de la Evaluación Estratégica de Salvaguardas Sociales y Ambientales, el cual, a su vez, es interlocutor entre el Banco Mundial y el gobierno mexicano, para que se respeten los derechos sociales y ambientales de las comunidades campesinas e indígenas, en la iniciativa mexicana de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación”.
El representante de la red de grupos forestales destacó, asimismo, que ambos activistas habían recibido amenazas desde meses pasados, por parte de los grupos criminales dedicados al cultivo y trasiego de narcóticos en el estado de Guerrero.
