Aquí, la versión estenográfica que Humberto Moreira, ahora expresidente nacional del PRI, pronunció en la XXVIII sesión extraordinaria del Consejo Político nacional, realizada en el auditorio Plutarco Elías Calles de la sede priista:
Compañeras y compañeros del partido.
Primero quiero saludar a los expresidentes y expresidentas del Comité Ejecutivo Nacional de mi partido. Saludar a cada una y a cada uno de los consejeros políticos nacionales, de manera especial a los líderes de sectores y organizaciones y a los expresidentes de los Comités Directivos Estatales de nuestro partido.
Saludo de manera especial a un grupo de coahuilenses que se organizaron y están este día aquí conmigo.
Quiero mostrar un gran reconocimiento a quien hoy asume la presidencia de la Comisión de Procesos Internos, a Jesús Murillo Karam, quien es senador, fue gobernador y cuenta con una amplia trayectoria de partido, fue secretario general del Comité Ejecutivo Nacional.
De igual forma hacer un reconocimiento a quien realizó un extraordinario trabajo al frente de esta Comisión, a un hombre que fue gobernador, quien fue diputado federal, que es senador, que fue embajador, que fue secretario de Estado, que fue secretario general de nuestro partido, y que es un hombre que ha servido al PRI, y estoy seguro que dará todo su esfuerzo y lo seguirá sirviendo, al senador Pedro Joaquín Coldwell, muchas felicidades por este gran esfuerzo.
Quiero, compañeras y compañeros aquí en casa, aquí en mi partido, donde hace muchos años inicié como militante a los 14 años de edad, allá en mi tierra, en Saltillo, Coahuila, donde me incorporé como militante y como activista, como promotor del voto, donde después tuve la oportunidad de contar con espacios en la dirigencia estatal, de ser secretario de Elecciones en la campaña del gobernador en 1999, donde fui presidente municipal teniendo un triunfo de 3 a 1, donde fui gobernador en ese tiempo, con la mayor cantidad de votos en la historia, un partido que nos abre las puertas a todos y en el cual todos aprendemos.
Llegué a la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional después de pedir licencia como gobernador de mi estado; un estado que tenía graves problemas de desempleo y que logramos ser, por varios años consecutivos, el estado que más empleos generó y más empresas atrajo.
Un estado que tenía -como existe en nuestro país- problemas de marginación social y pobreza, y que logramos que fuera el primer lugar nacional con mayor disminución de la pobreza.
Un estado donde los hermanos campesinos tenían caminos de tierra y donde se apostaba poco para pavimentarlos, porque no eran rentables electoralmente, pero sí son rentables socialmente: pavimentamos esas carreteras.
Un estado donde la infraestructura vial era totalmente distinta a la que tenemos ahora, afortunadamente, en ese maravilloso estado.
Un estado en el que se aplicaron recursos en la educación, donde la tercera parte de los municipios tenían preparatorias y en las dos terceras partes de estos municipios, los jóvenes estaban destinados a no estudiar: hoy todos tienen preparatorias.
Un estado donde triplicamos las camas de los hospitales en cinco años; pero un estado también que tuvo un gobernador que confió en su gente, en su equipo; de gente que logró responder con talento y algunos que fallaron también.
Hoy llego con ustedes a decirles que presento mi renuncia como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido.
La presento, porque lo más importante que tenemos los priístas es nuestra institución y nuestro instituto político, porque no voy a permitir que por una guerra mediática se esté tratando de dañar a mi partido, que tantas oportunidades me ha dado.
Lo hago también porque provengo del estado que ha dado los mejores resultados al PRI a nivel nacional.
Y lo hago también, porque confío en un hombre que es la esperanza de México, que es Enrique Peña Nieto.
Hoy quiero agradecerles a todos y a todas ustedes, quiero agradecerles a los sectores y organizaciones, a los comités estatales, a todos ustedes.
Quiero agradecerle a David Penchyna –que por aquí debe estar- que se despertaba a las cinco de la mañana todos los días a tratar de dar la batalla para defender a su presidente.
Quiero agradecerle a Raúl Cervantes, que ha hecho un trabajo impecable en la parte jurídica.
Quiero agradecerle a mi compañera Cristina Díaz, mi gran amiga, la secretaria general.
Y a Jorge Estefan Chidiac, que ha hecho un extraordinario trabajo también en el área financiera de nuestro partido.
Quiero agradecerles a todos, pero quiero hacer algunos comentarios.
Desde hace mucho años no existía en el partido un Comité que de todas ganara todas. Hoy ganamos todas las elecciones. Fuimos a competir al Estado de México y ganamos. Fuimos a competir a Coahuila y ganamos. Fuimos a Hidalgo, a las municipales, y ganamos. Fuimos a Nayarit, donde se vivían graves dificultades para poder tener un triunfo electoral, y con un gran esfuerzo del priísmo y de quien es hoy nuestro gobernador en Nayarit, logramos tener el triunfo electoral. Y fuimos a Michoacán, donde todas las apuestas decían que íbamos a perder, donde viví momentos muy intensos, trabajando con un gran ser humano que es Fausto Vallejo.
Quiero decirles que Michoacán me dejó grandes satisfacciones, pero hubo dos en particular. Conocer bien a Fausto Vallejo, a un hombre y un ser humano extraordinario, y a Toño, el Presidente del Comité Directivo Estatal, que es otro de mis mejores recuerdos en esta despedida.
Hoy tenemos camino por recorrer.
Yo soy profesor de origen, de formación, orgullosamente.
Hoy tenemos el esfuerzo de que en Coahuila sigamos siendo el primer lugar nacional con los mejores resultados.
Hoy tenemos el reto de seguir trabajando por el PRI. Pero yo quiero dejar solamente una petición en ustedes, solamente una.
Tenemos que trabajar para construir el mejor proyecto social de gobierno. México enfrenta un crecimiento de la marginación social y la pobreza. México enfrenta un problema en el campo con nuestros hermanos campesinos, quienes requieren de oportunidades para hacer producir la tierra. México tiene hoy más pobres que antes. México tiene hoy más pobres que nunca antes en su historia. Esta es mi única petición antes de dejar la presidencia del partido.
Trabajemos pues por un programa social de gobierno.
¡Viva el PRI y viva Enrique Peña Nieto!
