El Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCO), los principales sindicatos españoles que convocaron a la nueva huelga general que inició en España, han advertido al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que si no cambian la reforma laboral “habrá un conflicto social creciente”. Por su parte, el gobierno ha reafirmado su postura de no modificar ninguna de las “partes fundamentales” de la ley. “La agenda reformista es imparable”, ha subrayado la ministra de Empleo, Fátima Báñez.
Según cifras de El País, 275 mil personas marcharon por las calles de Barcelona y 170 mil por las de Madrid. Sin embargo, el gobierno español cifra en 800 mil los manifestantes en todo el país.
El paro general -aún en curso- tiene una especial incidencia en la industria y los transportes ibéricos y no tanto en otros sectores, afirmó el diario El Mundo. Durante la huelga, que inició el primer minuto de este jueves en España, se han producido 58 detenciones y nueve personas han resultado heridas, según ha informado el ministerio de Interior. Uno de los incidentes más graves ha sido la agresión con un cuchillo de un hostelero a una sindicalista en Cantabria.
En medio de la habitual “guerra de cifras” que libran desde el inicio de la huelga sindicatos y fuentes gubernamentales –afirma El Mundo-, la baja en la demanda de energía eléctrica se presenta como uno de los indicadores que se utiliza para calcular el éxito de la huelga. Los últimos datos suministrados por Red Eléctrica de España, señalaban a la 1 pm (hora local) que la demanda era un 15,5% inferior a la prevista, exactamente el mismo dato que en la huelga de 2010. A las 8 am el descenso era del 23%, frente al 19% de 2010. Respecto al jueves de la pasada semana, el consumo caía un 21% que a la misma hora del pasado jueves.
La agencia Associated Press (AP) afirmó que además de una ronda de recortes en el gasto social y un incremento en los impuestos, la reforma del sector bancario, el gobierno del recién electo Mariano Rajoy aprobó una reducción en las prestaciones laborales, con lo que, entre otras cosas, facilita y abarata para las empresas el despido de empleados, al tiempo que permite que las compañías reduzcan los salarios de manera unilateral.
El gobierno, por su parte, reconoció que esas reformas son dolorosas, pero afirma que generarán empleo en el mediano plazo, cuando se recupere la economía. Sin embargo, España está ya en recesión, de acuerdo con el banco central español. La idea detrás de la reducción de derechos es hacer a España más competitiva, de acuerdo con el gobierno. La tasa de desempleo es casi 23%, la más alta de la eurozona, y llega a casi 50% entre los jóvenes.
Los dos principales sindicatos estimaron que la participación de este jueves superó la que hubo en la huelga general de 2010 cuando un gobierno socialista aprobó sus propias reformas laborales, menos agresivas. La huelga se produce cuando España está en el ojo de la tormenta de la crisis de deuda en la eurozona. El paro se produce justo un día antes de que el gobierno asuma aún mayores medidas de austeridad. El presupuesto que se espera el viernes está preparado para establecer medidas para reducir el déficit decenas de miles de millones de euros, afirmó la AP.
Las medidas de austeridad recortan el gasto social en España y buscan satisfacer a la UE y a los inversionistas internacionales que determinan los costos de endeudamiento del país en los mercados de deuda internacionales —y que tienen mucho que decir si es que España seguirá los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal al necesitar un plan de rescate financiero.
Según reporta El Mundo, en una comparecencia conjunta, los sindicatos CCOO y UGT han exigido “la corrección en profundidad de la reforma laboral”amparados, según han sostenido, en la mayoritaria respuesta dada por los trabajadores en esta jornada de huelga. El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha subrayado que los sindicatos siguen “abiertos al diálogo” para modificar la reforma. “Ofrecemos al gobierno iniciar un camino distinto en busca de un gran consenso de país” para reducir el paro y recuperar el crecimiento económico. Si no, ha advertido, “habrá un conflicto social creciente“, aunque no han querido confirmar si se plantean convocar una nueva huelga general.
“Hay que buscar un compromiso con el gobierno para remar unidos en la misma dirección. Eso exige la voluntad de corregir la reforma laboral y las políticas de recorte”, había afirmado minutos antes el secretario general de UGT, Cándido Méndez. Después, su homólogo de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ha avisado al Gobierno que tiene margen de maniobra para actuar. “Lo que no cabe es la excusa de Bruselas”, ha apostillado, para negar que la reforma laboral aprobada por el PP sea una imposición de la Unión Europea.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha remarcado que Mariano Rajoy “se encuentra en una encrucijada”. “Tiene dos opciones cambiar la reforma o cambiarla”. A la vez que ha insistido en que si “España está al límite” es porque “así lo provoca la política del Gobierno”. Méndez ha celebrado la “amplia participación de todos los sectores” y ha cifrado el seguimiento en un 97% en industria y construcción y en un 57% en la Administración Pública.
El País afirma en su cobertura sobre la huelga, que ante el “éxito de convocatoria” que los sindicatos consideran en esta huelga contra la reforma laboral, los trabajadores ofrecen al Gobierno de Mariano Rajoy una salida para negociar esta ley. Sin embargo, advierten al Ejecutivo que tiene hasta el próximo 1° de mayo -poco más de un mes- para dar indicios de un cambio o recrudecerán la protesta social. También han avisado de que, en el mismo sentido, examinarán con lupa los Presupuestos Generales, cuyo anteproyecto sería aprobado mañana por el Consejo de Ministros.
Los responsables de la organización de las centrales sindicales se mostraron críticos con lo que llamaron “paranoia” del Gobierno por haber sacado a la calle a un desmesurado número de efectivos policiales. La UGT denunció la “desproporcionada presencia” de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las calles.
Sin embargo -de forma controversial-, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró esta mañana a su llegada al Congreso de los Diputados que la normalidad es “total”. Además, las autoridades españolas contestaron inmediatamente al emplazamiento para negociar hecho por los trabajadores, en boca de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quien afirmó “la senda reformista es imparable” e insistió de nuevo en que la ley “no se va a cambiar”, porque ya recibió el respaldo de cuatro fuerzas políticas (197 diputados) en el Congreso, que es “donde reside la soberanía nacional y es la casa de la palabra, el diálogo y la negociación”.
Los costos de la huelga
Según El Mundo.es, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) calcula que debido a la huelga el PIB del país se contraerá unos mil millones de euros.
Sin embargo, la afectación no será sólo a nivel macroeconómico, porque a los trabajadores se les descontará de la nómina casi un día y medio de sueldo. Esto quiere decir que a un salario bruto mensual de 2 mil 500 euros se le quitarían casi 120 euros.
Los Analistas Financieros Internacionales (AFI) opinan que aunque las empresas recuperarán “algo” después de esta huelga –por aquello del aumento de las actividades en los próximos días-, en realidad no será mucho.
