El Universal publica que en los últimos ocho meses, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado conflictos en los centros de internamiento de Culiacán, Zacatecas, Tijuana, Cuernavaca, Hermosillo, Tamaulipas, y Ciudad Juárez, en los que se han reportado fugas, el rescate de jóvenes por parte de “comandos armados”, riñas y motines.
El tercer visitador general de la CNDH, Andrés Aguirre, señala que los centros de internamiento para adolescentes en el país padecen de inseguridad y abandono de autoridades. “Es un problema serio que, de no atenderse, podría generar más condiciones de violencia como los que observamos en los penales federales, en los que ha quedado en evidencia el control que ejercen algunos grupos de la delincuencia organizada”.
El presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso de Nuevo León, César Garza, considera que los tutelares de esta entidad están colapsados por sobrecupo y son una “bomba de tiempo”. “Los centros de internamiento para menores infractores no son centros de máxima seguridad, los custodios no usan armas y al estar jóvenes vinculados con la delincuencia organizada, crecen las amenazas de inseguridad”, destaca.
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