Sólo durante los cuatro primeros meses de este año, casi mil 800 estadounidenses han renunciado a su nacionalidad americana y/o a su residencia, según el Registro Federal, debido a los altos costos y tiempos de los requerimientos tributarios exigidos por su gobierno, informa The Huffington Post.
La revista Time estima que existen entre tres y seis millones de americanos que residen en el extranjero. Mientras que mil 800 puede no figurar como un número importante, sí define una tendencia, ya que en 2009 el número de americanos que renunciaron a su nacionalidad fue de 500 y en tan sólo tres años, ese número se ha triplicado.
Estados Unidos es el único país en el mundo que requiere a sus connacionales en el extranjero declarar impuestos en casa y el proceso es algo complicado, asegura Reuters. En principio, un ciudadano solo está exento de impuestos durante el primer millón de pesos obtenidos, siempre y cuando complete un formato de exclusión de ingresos extranjeros y demuestre que pagan impuestos en el país donde reside.
Otra regulación difícil obliga a estadounidenses en el extranjero a revelar información sobre todas las cuentas bancarias que alberguen al menos 130 mil pesos. Esta regulación también permite al gobierno americano exigir a los bancos divulgar dicha información.
Pero abandonar la ciudadanía estadounidense tampoco es tan fácil como parece. Incluso algunos ex americanos siguen teniendo que declarar y pagar impuestos hasta 10 años después de renunciar ante el Departamento del Estado. Además, el ciudadano debe comprobar que no tiene ninguna intención de regresar a su país de origen y al mismo tiempo, tener otra nacionalidad asegurada.
Con información de The Huffington Post.
