Un acuerdo de paz respaldado por Naciones Unidas para el conflicto en Siria parecía venirse abajo el domingo luego que el gobierno sirio exigió que sus oponentes brinden “garantías por escrito” de que depondrán las armas antes que las fuerzas del régimen se retiren de zonas pobladas, algo que fue rápidamente rechazado por el principal grupo rebelde del país.
El pacto, por el que medió Kofi Annan, enviado de Naciones Unidas y la Liga Arabe para Siria, entraría en vigor el martes, lo que prepararía el terreno para las negociaciones tendientes a terminar con una crisis que, a un año de su inicio, ha causado la muerte de 9 mil personas, según cálculos de la ONU.
Annan dijo que el presidente sirio, Bashar Assad, aceptó la semana pasada el plan y el llamado para que las fuerzas gubernamentales se retiren de poblados y aldeas. Pero el domingo, el vocero del Ministerio del Exterior de Siria, Jihad Makdessi, puso una nueva condición: que la oposición se comprometa por escrito “a frenar la violencia en todas sus formas y su buena disposición para bajar las armas”.
El comandante del grupo rebelde Ejército Libre de Siria, Riad al-Asaad, dijo que su grupo estaba preparado para cumplir con el acuerdo de Annan, pero rechazó la nueva exigencia unilateral del gobierno sirio.
El Ejército Libre de Siria no reconoce al régimen “y por tal razón no daremos garantías”, dijo a The Associated Press vía telefónica desde su base en Turquía. Agregó que el gobierno debería replegar sus fuerzas a las bases y retirar los puestos de control de las calles.
El acuerdo de Annan exige que las fuerzas del gobierno de Siria se retiren de zonas pobladas el martes, lo que sería seguido por un alto al fuego total a partir de las 6:00 de la mañana del jueves.
Grupos activistas sirios denunciaron que las fuerzas militares de Siria asediaban y disparaban el domingo obuses contra zonas rebeldes en el norte y centro del país.
El domingo, Annan dijo a través de un comunicado que “la presente escalada de violencia es inaceptable”.
Decenas de vehículos militares participaban en el ataque en el este del poblado noroccidental de Jisr al-Shughour, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña. Las explosiones retumbaban el domingo por la mañana en la región, agregó.
Tarek Badrakhan, activista en la ciudad de Homs, centro del país, dijo que efectivos militares dispararon obuses contra el vecindario de Jaldiye, en poder de los rebeldes.
AP
