El presidente paraguayo Fernando Lugo descartó hoy renunciar al cargo en medio de una crisis política, la cual se generó tras la muerte de 18 personas en la localidad de Curuguaty y dijo que enfrentará el juicio político en el Congreso.
En un breve mensaje a la Nación en el Palacio de Gobierno, y rodeado de sus colaboradores más cercanos, Lugo señaló que “este presidente anuncia que no va a presentar renuncia al cargo”, versión que había circulado en las últimas horas en círculos políticos.
Agregó que se someterá, “con absoluta obediencia a la Constitución y las leyes, a enfrentar un juicio político con todas sus consecuencias” y que “sabré honrar el juramento realizado el 15 de agosto de 2008”, cuando asumió la jefatura del Estado.
“No existe ninguna causa valedera, ni jurídica ni política, que me haga renunciar a este juramento. Amo profundamente al pueblo paraguayo, vine de él, continuaré trabajando por la causa de sus grandes aspiraciones”, como la justicia social y la paz, dijo.
“Insto al Parlamento Nacional a agotar esfuerzos para evitar procedimientos que puedan ser contrastados por la historia y la ciudadanía”, señaló Lugo en su intervención.
La Cámara de Diputados de Paraguay aprobó este jueves por 76 votos a favor, uno en contra y tres ausencias iniciar un juicio político contra el gobernante, quien vive la peor crisis desde que llegó al poder.
Al menos 18 personas murieron el pasado viernes durante un fallido intento de desalojo de grupos “sintierras” que mantienen ocupada una hacienda en Curuguaty, en el nororiente de Paraguay, lo que provocó la salida del ministro del Interior y del jefe de Policía.
Lugo recordó que fue electo el 20 de abril de 2008, por lo que “honraré la voluntad expresada en las urnas y evitaré que una vez más, en la historia de la República, un hecho político robe privilegio y soberanía a la suprema decisión del pueblo”.
El jefe de Estado paraguayo también invocó a los congresistas a “cumplir con trámites y plazos constitucionales que me ofrezcan como presidente de la República toda la garantía de una justa y legítima defensa”.
Denunció que la voluntad de los paraguayos, manifestada cuando fue elegido presidente, “está siendo objeto de un ataque inmisericorde de sectores que siempre se opusieron al cambio y se opusieron a que el pueblo participe como protagonista de su democracia”.
“El pueblo no olvidará que se pretende interrumpir un proceso democrático histórico a sólo nueve meses de nuevas elecciones generales, frustrando lo más significativo que tiene la democracia”, enfatizó Lugo.
Subrayó que los logros sociales del Ejecutivo “generan una reacción de sectores egoístas e insensibles que siempre vivieron del privilegio y jamás quisieron compartir los beneficios de la prosperidad con el pueblo”.
Lugo reconoció que “la tensión es un elemento dominante” en el país y que “da la impresión que (en estos momentos) se abandona la mesura y la reflexión para utilizar el tambor batiente, para escribir la historia”.
Notimex*
