El checo Lukas Rosol consiguió este jueves el triunfo más importante de su carrera.
A pesar de ser debutante en el torneo individual de Wimbledon, el número 100 del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) logró imponerse al número dos del mundo, el español Rafael Nadal, por 6-7 (9), 6-4, 6-4, 2-6, 6-4 en tres horas y 18 minutos.
Nadal no pudo contener los poderosos golpes de fondo del joven de 26 años. La última vez que Nadal había caído en una segunda ronda de un Grand Slam fue también en Wimbledon, en 2005, cuando perdió ante el luxemburgués Gilles Muller.
Rosol solo había jugado un encuentro de dobles el año pasado sobre la hierba de Wimbledon.
Nunca antes había avanzado más allá de la tercera ronda de un Grand Slam y era relativamente desconocido desde que se convirtió en profesional en 2004.
Sorpresa
“No sé qué decir”, dijo Rosol este jueves a la BBC. “No solo estoy sorprendido… esto es como un milagro que no esperaba”.
“Nadal es una superestrella y lo siento mucho por él. Jugué increíblemente hoy. Espero poder volver a jugar otro partido como este. Estoy muy contento”, aseguró.
“Antes del partido, pensaba jugar tres buenos sets para que no me ganara 3-0. Pero Nadal es humano. Puede jugar bien, pero a veces puede no estar tan en forma. Este es el mejor partido que he jugado jamás y eso significa mucho para mí”.
“Jugó un buen partido, pero creo que yo fui un poco mejor”, aseguró.
En la página oficial de la ATP, se explica que Rosol comenzó a jugar tenis a los 6 años y que su superficie favorita es la arcilla.
Su entrenador es el exjugador checo Slava Rosedel, que jugó profesionalmente entre 1989 y 2001, y alcanzó el número 26 en el ranking.
Esta es su sexta aparición en un Grand Slam y el próximo paso será enfrentarse al alemán Philipp Kohlschreiber.
Nadal recalcó durante la rueda de prensa posterior al duelo que en los tres primeros sets no mostró su mejor nivel y adoleció de falta de “inspiración”, si bien reconoció que el buen juego de su rival en el último set fue una de las claves del choque.
“A todos nos sorprende cuando ves a un jugador al nivel que ha jugado (Rosol) en el quinto set. Es un nivel que creo que supera un poco la realidad. Golpeas todas las bolas todo lo fuerte que quieres, sacas todos los saques todo lo fuerte que quieres, te entran prácticamente todas donde tú sueñas. Más que sorprenderme, lo veo casi irreal”, dijo Nadal.
El mallorquín, que llegaba a Wimbledon tras coronarse por séptima vez en la tierra de París, volverá a Londres a fines de mes para intentar revalidar el título de campeón olímpico que consiguió en los Juegos de Pekín 2008.
