Las puertas del Coloso fueron abiertas antes de las 8:00 horas, para que los asistentes se instalaran y tomaran lugar para disfrutar la presentación de la Banda El Recodo, que fue contratada para que “amenizara” durante hora y media el evento antes del arribo del candidato priista, que apareció de la mano de su esposa Angélica Rivera alrededor de las 11:30 horas.
Ambos vestidos con camisa blanca y pantalón negro -la ex actriz con un chaleco rojo con el logo del nombre de su marido-, caminaron hacia el templete donde el priista pronunció un discurso breve. Menos de 20 minutos le llevó para solicitar que el próximo 1 de julio le sea dado un voto de confianza, y que cada voto será “por la paz y la libertad”.
Cobijado por integrantes de la plantilla del tricolor como Beatriz Paredes, Peña Nieto se refirió a los proyectos de sus contrincantes, ignorando el del candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quiadri, pues señaló que hay tres proyectos por los cuales votar. Uno, dijo, que representa más de lo mismo, “inseguridad, violencia, desempleo y más pobreza” y otro, el del “populismo autoritario que no respeta las reglas y desprecia a las instituciones”.
Sobre el templete, Peña Nieto afirmó que el suyo, es un cambio seguro y con estabilidad. Adelantándose a que obtendrá el triunfo, el candidato dijo que el 1 de julio, nadie perderá por que con su proyecto “todo México va a ganar”.
Los huecos que quedaron en algunas partes de la tribuna fueron minimizados con el hondeo de banderas que se repartieron a los asistentes. Y es que a pensar de que al estadio arribaron gran número de simpatizantes a bordo de centenares de autobuses procedentes de otras entidades, el recinto no se llenó. Botargas de Peña Nieto danzaron por el estadio y un un dirigible para repartir propaganda.
También fueron repartidos al por mayor gorras rojas, camisetas, calcomanías y banderines, los cuales hicieron notar sus simpatizantes con mayor alboroto cuando el priista dijo que el representa un proyecto moderno y comprometido con la libertad. Llamó a quienes lo siguen a sentirse orgullosos de apoyarlo porque su plan servirá a la democracia.
El famoso “¡Sí se puede!” apareció como es ya costumbre en actos de campaña.
Un enorme globo circundó el estadio y antes de la aparición del priista, sobre el templete se presentaron bailarinas y jóvenes en zancos. Afuera hubo presencia de elementos de seguridad que circundaron el estadio.
El candidato estuvo acompañado por gobernadores del PRI, candidatos del tricolor a senadores y diputados federales. Al término del evento, se escuchó el grito “¡Peña presidente!”, el cual fue celebrado por quienes se encontraban alrededor del presidenciable, pero no por quienes estaban en las tribunas.
Después de su discurso, el priista abandonó el estadio, en su camino estrechó las manos de quienes se le acercaron. Los hijos de Peña Nieto y su esposa lo acompañaron.
