La intención de la autora es rendir homenaje a los “héroes silenciosos” que sostienen parte de la economía del país del norte. Como Bernabé Méndez, del estado mexicano de Guerrero, quien limpia vidrios en Nueva York disfrazado del Hombre Araña.//Fotos: Dulce Pinzón/Editorial RM y RM VerlagLa artista mexicana Dulce Pinzón trabajó durante cinco años en la selección de fotos que acaba de editarse como libro. En ese tiempo, retrató a sus compatriotas en sus espacios laborales reales. Cada imagen se acompaña de un dato: la cantidad de dinero que los migrantes envían a sus casas. En el caso de Noé Reyes, encargado de recados en Brooklyn -aquí como Superman- cada semana destina US$500 a su familia en Puebla.//Fotos: Dulce Pinzón/Editorial RM y RM Verlag”Esta gente muchas veces trabaja un número extraordinario de horas, con sueldos muy bajos y con la necesidad de juntar dinero del que dependen familias enteras en México. Aunque no siempre se reconozca la importancia de las remesas, de ellas nos beneficiamos directa o indirectamente todos”, señala Pinzón a BBC Mundo. Durante su estadía en Nueva York, la fotógrafa conoció a “paisanos” como Minerva Valencia, la niñera que posó como Gatúbela.//Fotos: Dulce Pinzón/Editorial RM y RM VerlagEl punto de partida del trabajo fue la revalorización del concepto de heroísmo que, según la autora, ocurrió en Estados Unidos tras el atentado a las Torres Gemelas, en 2001. “Pasó que la idea del héroe quedó asociada a los policías, bomberos y enfermeras, pero nadie jamás volteaba a mirar los aportes de los migrantes, especialmente los latinoamericanos”. Aquí, como Batman, el poblano Federico Martínez, en su labor diaria de chofer.//Fotos: Dulce Pinzón/Editorial RM y RM VerlagPaulino Cardozo, oriundo de Guerrero, pasa sus días cargando cajas de frutas y verduras a bordo de un camión de reparto. A él le tocó enfundarse en el traje del Increíble Hulk para el proyecto “La verdadera historia de los superhéroes”. La fotógrafa Pinzón señala que se dedicó a investigar el repertorio de personajes salidos del cómic estadounidense para encontrar el que mejor le cabía a cada ocupación.//Fotos: Dulce Pinzón/Editorial RM y RMEn el contexto de la cultura pop, un superhéroe posee poderes extrahumanos. Los migrantes, dice la autora, tienen los suyos traducidos a la vida cotidiana: no sólo la fuerza y la resistencia, sino “la capacidad de sobrevivir en situaciones extremas y sacrificar la vida para ayudar a los suyos”. Entre los retratos se cuenta el de Luis Hernández, llegado de Veracruz y empleado en tareas de demolición. Muy apropiado para La Mole.//Fotos: Dulce Pinzón/Editorial RM y RM