En las delegaciones de los 166 países que participan en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 conviven en un mismo espacio los deportistas que han vivido con su discapacidad desde nacimiento con aquellos que han sido víctimas de accidentes, enfermedades y violencia.

Los invitamos a conocer siete casos que evidencian los problemas geopolíticos, de seguridad y salud pública de cada uno de sus países.

La mayoría de los atletas amputados o parapléjicos de la delegación brasileña en Londres fueronvíctimas de los accidentes de tránsito, la principal causa de muerte en el país.

En febrero de 2000, la costurera Claudia Santos fue atropellada cuando cruzó la calle Raposo Tavares, en Sao Paulo, luego de terminar su jornada de trabajo, perdiendo su pierna derecha inmediatamente.

“El médico me dijo que hiciera deporte, porque en ese momento sentía mucho dolor. Empecé en natación, pero en ese entonces yo no sabía de los paralímpicos”, dijo a BBC Brasil.

La jugadora de tenis Natalia Mayara, de 18 años, tuvo una adaptación diferente a la discapacidad. Ella perdió ambas piernas al ser golpeada en la acera por un autobús, a los dos años de edad.

Natalia es la primera brasileña en clasificar al tenis paralímpico y al igual que Claudia tuvo sus primer contacto con el deporte gracias a la natación.

La joven deportista lamenta que la falta de accesibilidad del transporte público en la ciudad se convirtió en un problema durante su entrenamiento.

Ruanda: Guerra civil

A los 16 años, Bizimana fue reclutado como soldado del FPR (Frente Patriótico Ruandés) y perdió su pierna izquierda durante la guerra civil, que dejó al menos 800 muertos en tres años.

“Después de perder mi pierna, volví a la escuela. Terminé la escuela secundaria a los 21 y entré en la universidad”, dijo a la BBC.

En la universidad, Bizimana -que solía jugar al fútbol, voleibol y baloncesto antes del accidente – era parte de una asociación de estudiantes con discapacidades e invitaba a otras personas para seguir prácticando deporte.

“Busqué atraer a mis compañeros que también tenían discapacidades para jugar voleibol normal, usando prótesis. En 2001 descubrí de la existencia de los los Juegos Paralímpicos en internet y creamos el comité”.

El atleta cuenta que los paratletas del país no tuvieron ningún tipo de apoyo oficial hasta 2004. Antes de eso, dependían de las organizaciones no gubernamentales que operan en el país para ayudar a las víctimas del conflicto.

“En ese entonces no teníamos confianza y muchas familias escondían a las personas con discapacidad. Fue difícil para mí para convencer a la gente a jugar”.

Después de la participación de un atleta en Sidney 2000, el comité logró clasificar a dos atletas a Atenas 2004 y uno a Peqkín 2008. En Londres, la delegación de Ruanda cuenta con 14 atletas paralímpicos en tres deportes.

“En 2004, por suerte, uno de los atletas obtuvo una medalla de bronce. Así que empezamos una campaña con el apoyo de los medios de comunicación para encontrar nuevos jugadores y reforzar la delegación”, recuerda Bizimanda.

“Si vas ahora a Ruanda, verás que el movimiento paralímpico es un orgullo para el país. Dicen que damos un buen ejemplo y somos muy respetados”.

Georgia: minas antipersona

Fue por el apoyo financiero de la primera dama de Georgia, Sandra Roelofs, que Nika Tvauri pudo asistir a su primera competición internacional de natación, el Campeonato Mundial de 2011 en Turquía, y ganar su primera medalla (bronce).

El nadador, de 28 años, es la mitad de la delegación de la ex república soviética en Londres 2012. Perdió la vista y el 90% de la mano derecha a los 16 años cuando recogió una antigua mina en sus manos, que encontró cerca de su casa en un suburbio de Tbilisi.

El país heredó un stock de minas antipersona de la época soviética, pero no se sabe la ubicación exacta de muchas de ellas. La ONG Minas Antipersona y Bombas de Racimo asegura que la principal amenaza para la población civil, y la principal causa de discapacidad en el país, son las minas antipersona abandonadas, como la de Tvauri.

En 10 años, fue sometido a 10 operaciones e incluso logró recuperar varias veces la vista. “Fue una situación en la que no sabía si uno debería de esperar o hacer algo útil”, dijo a la BBC.

“Traté de hacer una carrera en la universidad, pero como yo no podía seguir las líneas rectas con la mano izquierda, y no podía leer braille, me dí por vencido“.

En su primer año como nadador profesional, Tvauri fue financiado por su familia, pero la situación cambió tras conseguir el bronce sólo dos años y medio después de comenzar su carrera.

Sumó una medalla de oro y un bronce en el mundial de 2012, consiguiendo su clasificación a los Juegos. A raíz de su presencia en Londres 2012, el deporte paralímpico en Georgia es cada vez más conocido, donde también era común que las familias ocultaban sus miembros con discapacidad.

Esta vez, Tvauri y su compañero de aventuras en la capital británica fueron honrados con una fiesta antes de salir del país y fueron la fuente de inspiración de una canción hecha por un grupo local.

Colombia: violencia

La violencia en Colombia ha sido la causa de que cuatro de sus víctimas integren el equipo de baloncesto en silla de ruedas, que se clasificó por primera vez en la historia de los Juegos Paralímpicos.

Freddy Rodríguez fue alcanzado por una bala perdida en la columna a los 8 años, cuando vivía en Caquetá, en la Amazonía colombiana.

La región es uno de los principales escenarios del conflicto armado en el país, que se extiende de forma intermitente durante los últimos 50 años y es responsable de una de las mayores cifras de desplazados internos en el mundo.

William Pulido, de 34 años, quedó parapléjico a los 15 años cuando fue baleado en una pelea en la calle en Bogotá. Como con la mayoría de sus colegas, se fue a jugar al baloncesto en silla de ruedas durante el proceso de rehabilitación, como actividad terapéutica.

“El deporte es el eje fundamental de toda mi vida. Gracias al deporte me he rehabilitado, he estudiado, he seguido adelante con toda mi vida“, dijo Pulido a BBC Mundo.

Germán García y Guillermo Alzate, que también forman parte del equipo, fueron heridos por una bala y un cuchillo, respectivamente, cuando fueron asaltados en la capital colombiana.

Reino Unido: veteranos de guerra

El remero Nick Beighton también alcanzó el deporte de alto rendimiento durante su período de rehabilitación, pero financiado por el ejército británico. Beighton es uno de los seis veteranos de la guerra de Afganistán que están en el equipo Paralímpico del Reino Unido en los Juegos.

Él es parte del programa Back Battle (“Batalla al regreso” en traducción libre), que alienta a los ex soldados heridos en combate a prácticar alguna especialidad deportiva eidentifica a potenciales talentos para el equipo paralímpico, con financiamiento del gobierno y de las ONG.

Beighton, que sigue siendo capitán de las Fuerzas Armadas, perdió las dos piernas al pisar un artefacto explosivo elaborado por militantes talibanes en la provincia de Helmand, uno de los lugares más peligrosos de Afganistán.

La región, fronteriza con Pakistán, es considerada como una zona difícil para la movilización de tropas, hasta el punto queun tercio de las pérdidas del ejército británico durante la campaña afgana se produjo allí. La zona está bajo el control de Estados Unidos desde 2010.

“Cada uno tiene su manera de hacer frente a la recuperación, pero para mí el deporte es vital”, dijo a la BBC.

“Muchos de los hombres que están en el ejército necesitan una salida para la energía que normalmente se desempeñan en el trabajo y en los operativos”.

Pero Beighton, de 30 años y quien participa en remo doble desde 2010, dice que la posibilidad de competir en unos Juegos Paralímpicos es más que sólo el gasto de energía.

“Reafirmar que uno tiene la capacidad de ganar las cosas a un nivel superior es esencial(para la recuperación). Es así como encontrarte de nuevo y descubrir que puedes lograr las cosas si te lo propones en la cabeza”.

Sri Lanka: conflictos internos

A diferencia de los veteranos británicos, los cinco soldados que forman parte del equipo de atletismo de Sri Lanka se quejan de la falta de incentivo financiero para participar en competiciones internacionales, a pesar de los buenos resultados.

PA Lal Pushpakumara es el cuarto mejor atleta paralímpico en el mundo en los 200 metros. Perdió su pierna izquierda en 2008 después de la explosión de una mina antipersona colocada por el grupo separatista los Tigres de Liberación de Tamil Eelam.

El conflicto entre las fuerzas gubernamentales y los Tigres de Tamil, queoficialmente duró 26 años, dejó unos 70 muertos, según cifras oficiales.

Pushpakumara, que jugó en el equipo de voleibol del Ejército antes del conflicto, dijo que los veteranos fueron impulsados a hacer deporte durante la rehabilitación, pero no tienen el equipo adecuado ni el lugar para llevar a cabo los entrenamientos, a pesar de haber recibido el apoyo del Ministerio de Deportes para que la delegación del país pudiera viajar a Londres.

“El único equipo que tengo para es entrenar mi palo”, dijo el ex soldado dijo a la BBC.

El corredor UDP Sanjaya Pradeep, el quinto mejor del mundo en los 400 metros entre los atletas con poca coordinación y control muscular, también se quejó de la falta de incentivos.

“Tengo que comprar todo el equipo, ropa, zapatos, todo y más con mi salario“, dice.

Según el gobierno de Sri Lanka, cerca de22.000 personas fueron víctimas de las minas antipersona en el país desde la década de 1980. Gran parte de los desplazados internos también sufren de discapacidad, porque fueron heridos al tratar de huir del conflicto.

Y han sido instituciones internacionales, como el Comité de la Cruz Roja, los que se han encargado de financiar el tratamiento y las prótesis de varias de las víctimas.

Pakistán: polio

El atleta paquistaní Baig Mudassar tiene la pierna derecha más debilitada que la izquierda por culpa de la poliomielitis, que sufrió cuando era niño. A los 33 años, es uno de los cuatro atletas de su país que participan en los Juegos, compitiendo en los 200 metros y 400 metros.