La Policía Federal presentó a Ramiro Pozos González, alias “El Molca”, identificado como líder de la organización criminal La Resistencia.
Pozos González operaba en Jalisco, Michoacán y el Estado de México, donde fue detenido el 11 de septiembre; se le atribuyen varios asesinatos en Jalisco entre ellos el de Carlos Alberto Rayas, jefe de la división de Homicidios de la Procuraduría estatal ocurrido en abril del año 2009.
“El Molca” también utilizaba los alias de “Antonio Regil Pechs” y “José Ángel Zaragoza Morales”, por quien el Gobierno federal ofrecía un millón de pesos por información que llevara a su captura.
Ramón Eduardo Pequeño, jefe de la sección antidrogas de la Secretaría de Seguridad Pública federal, explicó también que el detenido de 42 años enfrenta dos órdenes de aprehensión por delitos contra la salud.
Al ser presentado ante los medios de comunicación, “El Molca” lució desafiante, con una sonrisa burlona y murmurando algunas palabras poco entendibles. Tras unos segundos al frente de las cámaras fue rápidamente retirado del sitio. En la presentación del detenido, también se mostraron varias armas largas incautadas, entre ellas un rifle de asalto AK47 con baño de oro blanco, además de un automóvil, equipos de comunicación, presunta mariguana y documentación diversa.
Aunque “El Molca” inició en el cártel del Milenio, asumió el control de La Resistencia tras la muerte de Ignacio Nacho Coronel, operador del cártel del Pacífico en la zona de Jalisco, en un operativo federal el 29 de julio de 2010.
La organización criminal que lideraba era el grupo contrario al cártel Jalisco Nueva Generación, otro de los originados por la fractura del mando de Coronel. A decir del vocero de la Policía Federal, “El Molca” entabló negociaciones y pactos con líderes de La Familia Michoacana y los cárteles del Golfo, del Pacífico y de los Arellano Félix.
Como persona de confianza de los Valencia, Pozos González llegó a conocer a Osiel Cárdenas Guillén; a Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”; a Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, y a Ignacio Coronel Villarreal, “Nacho Coronel”, quien lo había mandado matar. Al interior de la organización de los Valencia hubo una escisión conformada por dos bandos, los afines a la familia Valencia se hicieron llamar La Resistencia, quienes contaban con el apoyo de los líderes del grupo criminal La Familia y del Cártel del Golfo.
