39 mujeres periodistas se enfrentaron a algún tipo de violencia relacionada con el ejercicio de su profesión en 2010, una cifra que triplicó a la de 2009. En 2011, las comunicadoras afectadas fueron 31. Las cifras son reportadas por la agencia Comunicación e Información de la Mujer (Cimac) en el primer informe que analiza las agresiones contra mujeres que ejercen el periodismo y que se presentó esta mañana.
Pese a que en los últimos cinco años –apunta el documento—han surgido distintos diagnósticos sobre la violencia que enfrentan los periodistas, “poco se ha analizado la situación específica de las mujeres”. Si bien Cimac comenzó a recabar datos de agresiones a comunicadoras desde 2005, e identificó los primeros ataques en 2002, el estudio se centra en los dos años anteriores a 2012, cuando la cifra de agresiones contra la prensa se dispara.
Para documentar la violencia, la agencia tomó en cuenta los tipos de violencia señalados en la Ley General de Acceso de las mujeres a una Vida Libre de Violencia, en la que se identifican, entre otras, la violencia laboral y feminicida, ejercida de manera física, psicológica, sexual, económica y patrimonial.
2010: El 100% de los casos, en la impunidad
Sólo uno de los 38 casos de violencia identificados en 2010 tuvo visos de justicia. El presunto agresor de una reportera fue detenido temporalmente y luego liberado por falta de pruebas. Los demás casos, se encuentran aún sin ser sancionados.
Las cifras de Cimac revelan que 76% de las comunicadoras agredidas en ese año eran reporteras, 2.6% –sólo un caso– la víctima fue la directora de un medio de comunicación, y en porcentajes iguales, una corresponsal y una fotógrafa. El 10% restante corresponde a periodistas independientes. La mayoría de ellas, 53%, trabajaba para la prensa escrita.
Al momento de las agresiones ocurridas en aquel año, 37% de las informadoras cubría la fuente policiaca y de seguridad, y 31.5% la fuente política. Oaxaca, con siete agresiones, fue la entidad donde más violencia se ejerció contra las periodistas.
También en aquel año, señala el informe, por primera vez organizaciones como Article 19 y el Centro Nacional de Comunicación Social se refieren en un documento a formas diferenciadas de agresión a mujeres periodistas. La violencia contra ellas incluye amenazas contra su familia y descrédito moral.
2011: Veracruz se vuelve el foco
Pese a la disminución de casos, de 38 a 31, 2011 se identifica como el año en que las formas de violencia se vuelven más extremas y el estado de Veracruz se torna la más violenta del país para ejercer el periodismo. Basta mencionar el asesinato de la reportera Yolanda Ordaz de la Cruz, responsable de la fuente policiaca en el diario Notiver.
El diagnóstico de Cimac identifica que en 2011, la mitad de los casos es responsabilidad de presuntos miembros del crimen organizado, y 15% de fuerzas de seguridad.
Al igual que el año anterior, la mayoría de las agredidas (54%) eran trabajadoras de la prensa escrita y un igual porcentaje cubría la fuente política.
La mayoría de las informadoras se desempeñaba como reportera (16 casos), seguido por los cargos de conductora (4 casos) y corresponsal (3 casos).
Pese a que en ese año Veracruz se vuelve el estado más violento para el gremio periodístico, Oaxaca, con cinco casos, vuelve a ser la entidad donde las mujeres son blanco de más agresiones por su desempeño informativo.
Un problema con doble dimensión
El diagnóstico de la agencia concluye que para enfrentar la violencia contra mujeres periodistas es necesario articular una estrategia con dos ejes. Primero, “comprender que la política para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las periodistas debe ser parte de la política de género”. En segundo lugar, que la violencia contra las comunicadoras debe ser enfrentada “como parte de la prevención y sanción de la violencia contra el gremio”.
Asimismo, Cimac insta a las instituciones gubernamentales en el informe a que desagregue por género los datos de violencia contra comunicadores e investigue y esclarezca los casos.
