El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió hoy que el huracán Sandy tiene el potencial de generar consecuencias fatales, urgió a la población a acatar las órdenes oficiales y anticipó que habrá millones de damnificados.
En una imprevista rueda de prensa desde la Casa Blanca, Obama dijo que las elecciones del 6 de noviembre próximo pasan a un segundo término, debido a que su prioridad ahora es enfocarse en los residentes que resultarán afectados por el ciclón.
“En este momento no estoy preocupado por el efecto en la elección, estoy preocupado por el impacto en las familias, en rescatistas, en nuestra economía y en el transporte. La elección se resolverá sola la próxima semana”, dijo.
Obama canceló este lunes una visita proselitista a Orlando, Florida, con objeto de monitorear desde la Casa Blanca las tareas de apoyo a los residentes afectados, en especial en la costa este del país, conforme se espera para estar noche el arribo de Sandy.
El Departamento del Trabajo abrió la posibilidad de demorar la divulgación del reporte mensual del desempleo nacional, el último antes de las elecciones, debido a que el gobierno federal se mantuvo cerrado al menos este lunes.
En su mensaje, Obama pidió a la población mantenerse atenta a las indicaciones de las autoridades estatales y federales.
“Esta va a ser una tormenta grande y seria… Cuando (los responsables de protección civil) digan que se debe de evacuar, no se demoren, no cuestionen… Millones de personas van a ser afectadas”, señaló.
Obama advirtió que el impacto del huracán, que se mueve a unos 20 kilómetros por hora, será un proceso lento, por lo que la reanudación de los servicios de electricidad y de transporte podría demorar varios días.
Más de una docena de aeropuertos de todo el país se mantienen semiparalizados, incluidos los tres del área metropolitana de Washington, además de los sistemas de transporte público y educativos de ciudades como Washington, Filadelfia y Nueva York.
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