Reforma publica que a más de dos años de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desembolsara 32 millones de dólares como adelanto para la instalación de 3 turbinas en la central de Agua Prieta II, la paraestatal sigue sin turbinas, sin recuperar el dinero y sin nadie que responda por este fraude.
La compañía Mitsubishi Power Systems America, fabricante de los equipos, no recibió el pago total por los mismos y los tiene en su poder sin que se puedan utilizar, mientras que el apoderado de la empresa FGG Enterprises, proveedor de las turbinas a la CFE y que recibió un pago millonario, se encuentra detenido en Estados Unidos acusado de lavado de dinero.
Los responsables directos en la CFE de la operación fraudulenta fueron Eugenio Laris Alanís, actual director de Proyectos de Inversión Financiada, y Alberto Ramos Elorduy, subdirector de Desarrollo de Proyectos, suspendido de su puesto mientras se realizan las investigaciones.
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