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Control de armas en EU y México
Control de armas en EU y México
3 minutos de lectura
Control de armas en EU y México
23 de diciembre, 2012
Por: Dulce Ramos
@WikiRamos 
Armas largas decomisadas. // FOTO: Cuartoscuro
Armas largas decomisadas. // FOTO: Cuartoscuro

La reciente tragedia de Newtown, Connecticut en Estados Unidos, abre nuevamente el debate sobre la posesión, compra y venta de armamento en ese país. Las numerosas matanzas hacen que se cuestione -nacional e internacionalmente- la facilidad con la que los ciudadanos norteamericanos acceden a las armas de fuego. De acuerdo con datos del Instituto PEW Research Center existe una opinión divida respecto al tema de la posesión y control: si bien el 46% de los norteamericanos cree que es más importante proteger el derecho de portar y poseer armas, un 47% considera necesario regular la posesión de las mismas. Desde 1993, se observa un aumento entre aquellos que creen que es más importante proteger el derecho que tienen a poseer armas.

En octubre de 2009, el 43% de los estadounidenses opinaron que las leyes de compra-venta de armas debían mantenerse tal cual, si bien esto no implicó un aumento en la posesión de armas por individuo ni en los hogares, sí degeneró el porcentaje de norteamericanos que están a favor de prohibir la posesión de armas a particulares (de 36% a 28%). Es posible que esta baja se deba al término de la ley de veto de las armas de asalto, propuesta por la senadora Diane Feinstein, en 2004.

En el caso de México, acorde con los datos de la serie nacional de Parametría, la mitad de la población (51%)  desaprueba la posesión de armas de fuego en los hogares. Se ha dado un aumento paulatino en el nivel de rechazo; en noviembre de 2002, 44% de la población estaba en contra de tener un arma en casa, para 2006 el porcentaje bajó un punto porcentual, pero en mayo de 2011, el porcentaje de población que se manifestó en contra aumentó 8 puntos porcentuales.

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Tal vez la percepción de incremento de la violencia en el país y la cobertura noticiosa de las masacres en el país vecino haya contribuido a la alza en la opinión de prohibir arma en los hogares en México.

Esta percepción es consistente; al preguntarle a la gente su opinión respecto a la portación y posesión de armas: cinco de cada diez encuestados respondió en 2002 que las armas deben permitirse en casa pero no deben portarse; y sólo tres de cada diez rechazó la posesión y portación de algún arma de fuego. Para 2011, cuatro de cada diez mexicanos, aprobaba la posesión de armas en el hogar pero no la portación de las mismas. De 2006 a 2011 el porcentaje de mexicanos que opina que las armas nunca deben permitirse creció 13% llegando a 38%.

Si bien, las realidades de los países son distintas, estás tienen algo en común: una débil legislación sobre el control de armas de fuego y las repercusiones sociales asociadas con su uso. En Estados Unidos, basta con demostrar la mayoría de edad y no tener antecedentes penales para adquirir un arma, la posesión de armas es un derecho constitucional. En México se prohíbe la adquisición y posesión de armas de alto calibre (nada superior a un revolver calibre 22) o aquellas que sean de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.

De acuerdo con la investigación U.S. Firearms Trafficking to México: New Data and Insights Illuminate Key Trenes and Challenges, la mayor parte (aproximadamente el 80%) de las 75 mil armas confiscadas al crimen organizado por las autoridades mexicanas en los últimos tres años fue adquirida en Estados Unidos.

Hasta 2007 Estados Unidos era el país con más armas de fuego por cada 100 habitantes, 89 armas en promedio. En comparación, México en el mismo año tenía un promedio de 15 armas por cada 100 habitantes.

El tema de la posesión de armas en EEUU y las facilidades con las que se pueden adquirir es alarmante no sólo por las masacres ocurridas, representa además un problema para México por los episodios de tráfico de armas ilegales ocurridos entre uno y otro que han costado la vida de ciudadanos mexicanos y norteamericanos. Es hora de abrir el debate.

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