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Fallas ponen en duda seguridad del que sería el avión presidencial
Fallas ponen en duda seguridad del que sería el avión presidencial
4 minutos de lectura
Fallas ponen en duda seguridad del que sería el avión presidencial
16 de enero, 2013
Por: Dulce Ramos
@WikiRamos 
Un Boeing 787 de All Nippon Airways en el aeropuerto de Takamatsu, Japón, después de un aterrizaje de emergencia. Foto: AP
Un Boeing 787 de All Nippon Airways en el aeropuerto de Takamatsu, Japón, después de un aterrizaje de emergencia. Foto: AP

Recientes fallas técnicas registradas en aeropuertos de Japón y Estados Unidos han despertado a nivel internacional dudas sobre la seguridad del avión Boeing modelo 787 que, según un proyecto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sería el que compraría el gobierno de México para sustituir al actual avión presidencial.

El más reciente incidente con este modelo de aviones se presentó hoy en un aeropuerto de Japón, donde un avión de la aerolínea All Nippon Airways tuvo que realizar un aterrizaje forzoso luego de que se detectara un mensaje que mostraba problemas de batería y un olor a quemado en la cabina.

Esta falla llevó a dos grandes aerolíneas japonesas a dejar hoy en tierra sus aviones 787 de Boeing, también conocidos como Dreamliners, para controles de seguridad.

Esté incidente se suma a otros seis registrados en Japón desde el pasado 7 de enero y dos más reportados en aeropuertos de Estados Unidos, país que encargó una investigación sobre la seguridad de este modelo de avión.

De acuerdo con la agencia Bloomberg, algunos críticos atribuyen los últimos incidentes a la urgencia con que la compañía ha abordado el último tramo del proceso de fabricación.

Ante las fallas presentadas en Estados Unidos y la investigación iniciada por el gobierno de ese país, el vicepresidente de la división de aviones comerciales de Boeing e ingeniero en jefe del programa 787, Mike Sinnett,  insistió en el respaldo de la empresa al Boeing 787 y a “su concepto”, reiterando que en todo nuevo programa, surgen problemas durante el primer y el segundo año de uso. “En amplia medida, el 787 tiene un comportamiento similar al que presentó el B777 cuando entró en servicio” en 1995, aclaró.

Los problemas del Boeing 787, según relata de Wall Street Journal, iniciaron desde su presentación, cuando el vuelo inaugural de ANA de Seattle a Tokio de uno de sus Dreamliners, en octubre del año pasado, se retrasó 24 horas debido a una falla en el sistema electrónico de enfriado, que ha sido un problema persistente para los operadores de la nueva aeronave.

De acuerdo con los especialistas la mayor atribución del Boeing  es su eficiencia en cuanto consumo de combustible, que le permite utilizar un 20% menos de combustible que cualquier otro avión de su tamaño en misiones similares.

El Boeing 787  ha sido el primero avión en optar por materiales compuestos como el plástico, más resistentes y ligeros que el aluminio, menos instrumentos hidráulicos y más componentes eléctricos, lo que le permite ahorrar un 20% de combustible y volar hasta 15 mil 200 kilómetros sin escalas, suficiente para enlazar Tokio y Nueva York.

Dichas características han hecho que el fabricante estadounidense haya acumulado un importante número de órdenes, entre las que se encuentran las hechas por Aeroméxico y un posible pedido del gobierno mexicano, a través de la Sedena.

El nuevo avión presidencial

En julio pasado la Sedena presentó un proyecto para la compra de un nuevo avión modelo Boeing 787 Dreamliner para sustituir al actual avión presidencial TP 01 que es un Boeing 757 construido en 1987.

En un primer proyecto, presentado en julio pasado, la Sedena cotizó en 9 mil millones de pesos (750 millones de dólares) la compra del nuevo avión presidencial,  cuyo visible mayor atributo es evitar escalas para recargar combustible en viajes largos.

En un inicio, la  Sedena justificó su intención de comprar el avión trasatlántico argumentando que respondía al “cumplimiento de un exhorto del Congreso de la Unión” para “renovar la flota aérea a cargo de la Fuerza Aérea Mexicana”.

Para diciembre pasado la Sedena oficializó el proyecto de compra de la nueva aeronave por un total de 6 mil 308 millones de pesos.

La Sedena confirmó la compra de la nueva aeronave presidencial en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2013presentado por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados el pasado viernes 7 de diciembre.

El plan para la compra del avión que sustituirá al actual el TP 01 quedó oficializada como uno de los proyectos de inversión de la Defensa Nacional para el 2013, bajo el nombre de “Adquisición de una Aeronave de Transporte Estratégico para uso Presidencial y del Estado Mayor” con la clave 12071320003.

En ese proyecto, la Sedena pide un presupuesto de  6 mil 308 millones de pesos para la compra del nuevo avión presidencial que, de acuerdo a un documento presentado por la misma dependencia en julio pasado, se trata de un Boeing 787, cuyo precio comercial, según la página en internet de la empresa aeronáutica,  es de 206.8 millones de dólares, unos 2 mil 688 millones de pesos.

Aunque el presupuesto pedido por la Sedena es de más del doble del costo comercial del avión a adquirir (2.3 veces más), la cifra presentada por la dependencia incluye el costo del avión, los gastos en operación y mantenimiento, así como los intereses generados por el arrendamiento y la adecuación de la aeronave a las necesidades del gobierno mexicano.

La Sedena detalla que el costo del avión se divide de la siguiente forma: avión y equipo con un costo estimado del flujo amortizado del valor actual del avión (637.1 mdp) y equipo (560.7 mdp). El horizonte del arrendamiento (15 años) considera pagos anuales promedio de 45 mdp en operación y mantenimiento, más pagos anuales de arrendamiento entre 4.6 mdp y 451.4 mdp.

Con información de agencias

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