Olvídense del Boca Juniors contra el River Plate, de los Medias Rojas contra los Yankees, de Federer contra Nadal o de los Celtics contra los Lakers. La rivalidad deportiva que cautiva a los aficionados al deporte de todo el mundo la protagonizan el F.C. Barcelona y el Real Madrid.
De Buenos Aires a Pekín, pasando por Miami, Londres o Moscú, este miércoles millones de personas volverán a sentarse frente al televisor para presenciar El Clásico que enfrenta en la Copa del Rey a los que son considerados por muchos como los equipos de fútbol más en forma del planeta y que cuentan en sus filas con los dos mejores jugadores del momento: el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo.
La rivalidad centenaria entre catalanes y madrileños -que en el ámbito español tiene tintes de batalla entre naciones- ha adquirido en los últimos años una dimensión universal que la ha convertido en uno de los eventos deportivos con más audiencia después de los Juegos Olímpicos y los Mundiales de fútbol.
Para la final de la Supercopa de España que jugaron el Madrid y el Barça el pasado agosto se acreditaron más de 500 periodistas de todo el mundo. El partido contó con una audiencia potencial de más de 400 millones de espectadores y fue retransmitido en más de 30 países.
Son cifras astronómicas que denotan el interés que despierta el choque entre dos equipos -que representan dos filosofías y estilos de juego antagónicos- y dos jugadores -Messi y Ronaldo- que en su pugna personal parecen dispuestos a pulverizar todos los récords e inscribir sus nombres con letras doradas en los libros de historia.
“Época dorada”
“Nos encontramos probablemente ante los dos mejores equipos de fútbol de esta era, que sin duda cuentan en sus filas con las estrellas del momento”, asegura Jamie Trecker, editor de fútbol internacional del canal deportivo estadounidense Fox Soccer.
“En el caso del Barcelona, está atravesando una época dorada. Ha sido el equipo dominante en los últimos años. Además, Messi y Ronaldo son los mejores jugadores del mundo y Messi probablemente es el mejor futbolista de la historia. Han trascendido el deporte y se han convertido en íconos”, le dijo Trecker a BBC Mundo.
Para este periodista de origen escocés, además de la indiscutible calidad de ambos equipos, un elemento esencial que ha encumbrado al Madrid y al Barcelona a la cima del deporte mundial es la irrupción de los nuevos medios de comunicación.
“En los últimos años, gracias a internet y a la televisión por cable, el fútbol se ha ido expandiendo a mercados como el asiático o el estadounidense, en los que antes no acababa de arraigar. Creo que el Barça y el Madrid estaban en el lugar adecuado en el momento adecuando”, explica.
Según Trecker, “en EE.UU. hay una nueva generación de aficionados al fútbol que incluso no sabe que el Barcelona y el Madrid son equipos de España”.
“Los ven como equipos globales, formados por gente de todo el mundo, que cuentan con los mejores jugadores”, señala.
“Hace unos años canales como Fox Soccer, ESPN o GOAL TV empezaron a retransmitir partidos de fútbol porque la gente tenía hambre de ese deporte por lo que habían experimentado en el Mundial de 1994 (celebrado en EE.UU.) y querían ver a los mejores. El Barça y el Madrid estaban ahí”.
“Los aficionados en EE.UU. los ven como franquicias, como una fuente de entretenimiento. Creo que la fama del Barcelona y el Madrid en el mundo es un modelo para el deporte del futuro. Es como la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) del futuro. Su rivalidad va más allá de su historia local y se han convertido en equipos globales”.
Carga política
Esa dimensión global de la que habla Trecker es clave en la popularidad de los duelos entre el Madrid y el Barça, equipos que saben venderse bien en el extranjero, como demuestra el hecho de que ocupan respectivamente el primer y segundo puesto de la lista mundial de clubes con más ingresos elaborada por la consultora Deloitte.
Los aficionados de Costa de Marfil, Malasia o Nueva Zelanda desconocen en muchos casos la carga política que en España tienen los enfrentamientos entre los dos equipos.
Desde hace décadas, el Barcelona ha sido uno de los símbolos de Cataluña y del nacionalismo catalán, como denota el lema oficial del equipo “Més que un club” (Más que un club).
Durante el régimen franquista, el estadio del Barcelona, el Camp Nou, era uno de los pocos espacios donde la identidad y la lengua catalanas podían expresarse con relativa libertad.
El papel que hoy en día juegan el Barça y el Camp Nou como símbolos del catalanismo quedó claro en el partido de liga entre ambos equipos en octubre, cuando los 98.000 aficionados que llenaba el estadio formaron un mosaico gigante con la bandera catalana y clamaron al unísono a favor de la independencia de Cataluña.
Pero si la carga histórica y política del Clásico es evidente para los aficionados españoles, los que siguen los partidos desde el extranjero lo que ven sobre el terreno de juego es la calidad excepcional de los dos equipos, que cuentan en sus filas con diez de los once jugadores que conforman la alineación ideal del año dada a conocer por la FIFA recientemente.
Calidad futbolística
“Hoy en día no creo que el hincha común en Sudamérica tenga en cuenta la rivalidad histórica entre ambos equipos”, asegura Martín Mazur, especialista de fútbol internacional de la revista argentina El Gráfico.
“Los aficionados saben que Cataluña existe y que tiene una bandera y una lengua diferentes, pero en la actualidad creo se sigue a los dos equipos por un tema de interés futbolístico. El interés en el Clásico pasa por el presente”, le comentó Mazur a BBC Mundo.
Según explica, el Madrid-Barça se retransmite en Sudamérica “desde hace muchos años y por eso fue generando un interés creciente”.
“Hubo una época en que el interés era tolerable pero se salió totalmente de registro en los últimos cinco años. Ahora en las calles se ven remeras del Barcelona y del Real Madrid como si fuera la cosa más normal del mundo”, señala Mazur.
“En países como Argentina se sigue el día a día de ambos equipos. Las noticias del Barça y el Madrid se cuelan en nuestra vida con toda naturalidad. Probablemente muchos hinchas acá en Argentina puedan decir los nombres de más jugadores del Real Madrid o del Barcelona que de otro equipo argentino que no sea el que ellos apoyan”.
“Estamos tan habituados a ver partidos con un nivel tan, pero tan bajo, que ver a estos monstruos jugando es algo distinto. Va más allá de cualquier preferencia que uno pueda tener. Uno se sienta delante del televisor y descarga las ganas de ver futbol de calidad con un Barcelona-Madrid”.
Según Mazur, en años recientes, la llegada de jugadores como Ronaldinho o Messi al Barcelona y Cristiano Ronaldo al Madrid ha hecho que “el interés en el clásico termine de explotar”.
“Y con la llegada de Jose Mourinho” al banquillo del Madrid, “si la fiebre estaba a 38ºC pasó a 40ºC”, apunta Mazur.
Para el periodista argentino, “tener al que probablemente es el mejor equipo de toda la historia, el Barcelona, que cuenta con el que probablemente es el mejor jugador de la historia, Messi, jugando contra un Real Madrid que bate récords y cuenta con un técnico que se jacta de ser el mejor del mundo”, hace de estos enfrentamientos un espectáculo sin igual para los aficionados.
Este miércoles, en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid y el F.C. Barcelona volverán a verse las caras en un Clásico que hace tiempo que dejó de ser un enfrentamiento entre vecinos para convertirse en una batalla de alcance global.
