Por: Dra. Yolanda Herandez Salas
El primer paso para hacer una propuesta de educación de calidad en México, es elaborar un diagnóstico a partir del análisis de los factores que obstaculizan la educación en México.
Los grados de violencia en los jóvenes que van desde la ira, el enojo, la agresión verbal, el abuso, el maltrato, el rechazo, ¿de dónde proceden? ¿qué opinan los especialistas? Las respuestas coinciden en la escasa atención que las autoridades y la familia están prestando a los problemas de los niños y jóvenes, y que se originan en la vida diaria donde están expuestos a todo tipo de influencias y situaciones; el problema en los últimos años se ha vuelto preocupante y lleva necesariamente a esta pregunta:
¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO?
En realidad, en nuestra época existen muchas distracciones e influencias nocivas donde intervienen muchos factores, cuando los directamente responsables en la formación de los hijos somos los padres por nuestra cercanía con ellos, pero muchas veces los padres están muy ocupados para atender a los hijos, o atraviesan por problemas como:
LA DESINTEGRACIÓN FAMILIAR, que está relacionada con matrimonios que se realizan a temprana edad, o que no cuentan con educación familiar, o por problemas de alcoholismo, drogadicción, o infidelidad, que destruyen la vida familiar.
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, ésta se define como “el acto de poder u omisión recurrente, intencional y cíclico dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier miembro de la familia dentro o fuera del domicilio familiar.
VIOLENCIA SOCIAL. La sociedad, actualmente enfrenta actos de terrorismo en todas sus formas y manifestaciones; secuestros, asesinatos, robos, asaltos; las emociones son marcadas muchas veces de por vida, los niños y jóvenes angustiados no rinden en sus aprendizajes como lo harían en una sociedad sana, más bien aprenden y tienden a reproducir conductas violentas.
¿Las raíces de los problemas se generan solamente en la familia y en la sociedad?, en otros casos, los padres sin darse cuenta están permitiendo la influencia de terceros en la educación de los hijos.
¿Quiénes son los terceros?
LOS FAMILIARES. Si quedan al cuidado de familiares, los niños o adolescentes son sumamente consentidos porque se les tolera todo o casi todo, sin imaginar el daño que reciben y que se va a manifestar a futuro.
LA ESCUELA, ¡sí, la escuela! Se puede convertir en un “tercero”, ¿pero qué puede suceder en la escuela? En muchos casos es el lugar donde se genera violencia, o bullying (intimidación) a través de actitudes que tienen que ver con el currículum oculto de directivos, profesores o alumnos, que proyectan su propia problemática existencial, a esto añadimos la influencia de compañeros de estudio que van imponiendo ciertas ideas que será difícil desarraigar porque los jóvenes atraviesan una etapa donde son muy vulnerables a influencias externas.
EL MEDIO QUE LES RODEA ADEMÁS DEL HOGAR Y DE LA ESCUELA. ¿Qué medio o medios? Los medios electrónicos, la mayoría de las veces están cargados de violencia de homicidios, de robo, y pornografía. Podemos incluir además del cine y la televisión, libros, revistas, internet, impresos etc., los jóvenes son arrastrados a excesos promovidos por gente sin escrúpulos.
PERSONAS AJENAS AL HOGAR. Puede resultar cómodo recoger opiniones para tomar decisiones en la educación de los hijos, ¿pero están capacitados profesionalmente? ¿han superado su propia problemática existencial para poder participar con los padres? Ya hablamos de la violencia y de otras cosas, habría que añadir que si no se ha tenido la experiencia de ser padre o madre no se tiene la experiencia para aconsejar a los hijos, mucho menos a los ajenos, o a las familias.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Evitar la influencia de terceras personas y estar atentos a nuestros hijos, a sus necesidades y a lo que pasa alrededor de ellos.