Corea del Norte anunció que dio a sus fuerzas armadas la aprobación final para lanzar ataques contra Estados Unidos, incluido el posible uso de armas nucleares.
El Estado Mayor en Pyongyang indicó que estaba preparado para tomar lo que llamó “acciones despiadadas” en respuesta a “las temerarias amenazas nucleares” de Washington.
El departamento de Defensa de Estados Unidos por su parte condenó las declaraciones que dijo eran las últimas en una larga serie de afirmaciones provocadoras.
En semanas recientes Corea del Norte ha emitido varias declaraciones amenazando con ataques nucleares contra blancos específicos en Estados Unidos y Corea del Sur.
También prometió volver a abrir su reactor nuclear más importante desafiando las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Retórica virulenta
En su última declaración, que fue atribuida a un portavoz militar, Pyongyang se refiere a los continuos ejercicios militares que Estados Unidos está llevando a cabo con Corea del Sur, que han incluido el despliegue de aviones de combate estadounidenses en el Sur de la península.
La declaración señala que “la política cada vez más hostil de Estados Unidos hacia la RDPC (Corea del Norte) y sus temerarias amenazas nucleares serán destrozadas”.
Poyngyang promete utilizar “los medios de ataque de última tecnología, más pequeña, ligera y diversificada, de la RDPC” y agrega que “finalmente ha sido examinada y ratificada la despiadada operación de sus fuerzas armadas revolucionarias con respecto a esto”.
Tal como señala John Sudworth, corresponsal de la BBC en Seúl, Corea del Sur, al igual que otras declaraciones anteriores, esta última “está llena de retórica virulenta e inimitable. Llama al ministro de Defensa surcoreano, Kim Kwan-jin un ‘gángster militar’ y un ‘despojo humano'”.
“Pero la verdadera ira está dirigida a los continuos ejercicios militares conjuntos con el Sur” agrega el corresponsal.
En otros hechos, Corea del Norte amenazó con clausurar totalmente el parque industrial de Kaesong, ubicado en el lado norte de la frontera sur, si su vecina continúa con “sus insultos”.
Kaesong alberga a más de 100 empresas surcoreanas y emplea a unos 50.000 norcoreanos. El complejo es visto como el último símbolo de la cooperación coreana.
