Por: Teresa Corona
Mi nombre es Teresa Corona y no soy maestra, pero actualmente soy tutora de dos niños que asisten a la escuela Carlos A. Carrilo, en la ciudad de Córdoba, Veracruz.
Considero que mejorar la educación implica que nos comprometamos todos: gobierno, maestros, padres de familia y alumnos.
Gobierno:
Que proporcione todo lo necesario, desde un inmueble que esté hecho para ser escuela y no una casa que se adapte como escuela. Porque en las comunidades rurales es el pueblo el que adquiere el terreno y después con rifas, bailes etc., va construyendo poco a poco la escuela. En esos lugares el gobierno lo único que proporciona es el sueldo de los maestros, porque incluso no paga intendentes, los mismos alumnos son los que realizan la limpieza de la escuela.
Que entregue pupitres y computadoras, y todo lo necesario para el funcionamiento de la escuela, porque incluso en escuelas de la ciudad, la sociedad de padres de familia realiza rifas para juntar fondos para las necesidades de la escuela.
Las escuelas de tiempo completo me parecen muy bien, pero tendrían que hacer mas escuelas, porque muchas, entre ellas la Carlos A. Carrillo, tienen tres turnos, por lo que aunque quisieran ser escuela de tiempo completo, no se podría, porque el turno vespertino entra a las 2 de la tarde y el nocturno a las 7. El otro problema de estas escuelas es que los padres de familia tienen que ver la manera de adaptar cocinas y pagar los alimentos de los niños.
Si el gobierno realmente quiere proporcionar educación de calidad, tendría que tener presupuesto suficiente para que nuestros niños lleguen a la escuela, les den un sano y nutritivo desayuno, tengan sus clases incluyendo una mejor educación física, les den de comer, hagan sus tareas y los entreguen ya en la tarde a sus respectivas familias.
Por último, se debe tener una estricta vigilancia no solamente en la preparación de los maestros, sino también en su asistencia a clases, ya que con cualquier pretexto continuamente faltan, o muchas veces aunque asistan no hacen nada.
Y a los buenos maestros, los que sí enseñan, no faltan y están realmente comprometidos con la educación de los niños, se les debe dar un salario bien remunerado, ya que debemos estar conscientes que no es fácil “educar”. Si a veces en casa es difícil un niño, consideremos lo que es para ellos manejar correctamente a 25 o más niños.
Maestros:
Si quieren su profesión, prepárense, no falten, apliquen todo lo que en la normal les enseñaron. “Comprométanse realmente con la educación”.
Padres de familia:
Apoyemos a maestros por el bien de nuestros hijos, revisemos lo que hicieron en el salón de clase (así podemos saber si el maestro trabaja o no), dediquemos media hora de la tarde (aunque estemos cansados de trabajar) a apoyarlos en sus tareas, no nada más les digamos “niño haz la tarea”, no lo enseñemos a faltar ni a llegar tarde. Vamos a enseñarles a ser responsables para que tengamos unos ciudadanos responsables mañana. Recuerden que es su futuro lo que está en juego, no solo responsabilicemos a los maestros y al gobierno, seamos no parte del problema sino parte de la solución.
Alumnos:
Aunque sean pequeños, cumplan con su única obligación a esta edad: estudiar.
Si ustedes adquieren buenos hábitos de estudio ahorita que empiezan, siempre serán buenos estudiantes y en el futuro buenos profesionistas.
