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“Mucho se habla del maestro, pero la educación de calidad empieza en casa”
“Mucho se habla del maestro, pero la educación de calidad empieza en casa”
4 minutos de lectura
“Mucho se habla del maestro, pero la educación de calidad empieza en casa”
09 de abril, 2013
Por: Dulce Ramos
@WikiRamos 

Por: Maribel Ruvalcaba

Soy una profesora de educación pública en secundaria, en el municipio de Tenamaxtlán Jalisco. Tengo 28 años,  2 de servicio, y soy egresada de la Escuela Normal Superior de Jalisco.

Mucho se ha comentado sobre la Reforma Educativa, sin embargo no tengo conocimiento sobre si hubo maestros (de los que están frente a grupo, no los de escritorio) que participarán en ella. La leí y no encontré nada que, en verdad, pueda cambiar la educación en el país, pero sí puede cambiar mucho la percepción que tiene la ciudadanía del maestro.

Mucho se habla de los maestros; los paristas, Elba Esther, las vacaciones, pero nadie habla de la responsabilidad del padre de familia en la educación. Un hijo que ha sido educado en casa y que tiene padres que ponen disciplina, están al pendiente de ellos, que se involucran con la escuela y que están conscientes que sus hijos son el reflejo de los padres y no de la escuela, son alumnos sobresalientes, alumnos que obtienen los mayores puntajes en la prueba enlace. Niños y jóvenes que te piden trabajo extra, que te solicitan un libro que leer, que ayudan a sus compañeros y que no se meten en problemas.

La calidad de la educación comienza en casa. Jamás me imaginé lo frustrante que es compartir conocimientos con adolescentes. Si no se cuenta con la vocación entonces el ruido, las peleas entre ellos, los marcadores perdidos, las llantas sin aire, e incluso las insinuaciones sexuales te pueden hacer dejar el trabajo.

Dejando de lado el mundo perfecto donde los padres educan a sus hijos y los mestros sólo enseñamos contenidos, los problemas son muchos y como docente frente a grupo tengo una idea de cómo poder mejorarlos:

  • Las plazas se siguen vendiendo y las autoridades lo saben, es necesario terminar con la corrupción y hacer más claro como se otorgan plazas como las de intendentes, secretarias, trabajadoras sociales, bibliotecarias, tecnologías.
  • Revisión del perfil de cada maestro. Es por la corrupción y la compra de plazas que una educadora de preescolar tenga plaza de primaria o de educación especial. Tengo muchos conocidos que ni saben sumar fracciones, así que juegan con sus alumnos de sexto grado.
  • Grupos de no más de 25 alumnos. Es común en las ciudades grupos con más de 50 alumnos, además de antipedagógico es casi imposible. El pase de lista, la revisión de actividades y tareas, la ayuda personalizada, la disciplina, etc.
  • Obligar a los profesores de escuelas secundarias a cumplir con una educación pedagógica enfocada al adolescente. No sólo los normalistas están frente a grupo, también están los profesionistas y me atrevería a asegurar que son la mayoría.  Sin poner en duda su capacidad, son profesionistas que no se prepararon para lidiar con adolescentes, no cuentan con una formación en la pedagogía y psicología del adolescente
  • Se requiere de un maestro de educación especial por escuela, educación especial no es para el control de disciplina sino para detectar problemas de aprendizaje y desarrollar estrategias entre el especialista y los docentes para trabajar con los alumnos que así lo requieran. La equidad en la educación es una mentira, los docentes no estamos preparados para atender a un alumno con problemas de aprendizaje o discapacidad física que afecte su aprendizaje ni para un alumno sobredotado. Y aunque contáramos con la formación para ellos no es justo ni equitativo quitarle el tiempo a 29 alumnos para dárselo a solo un alumno. Requerimos de apoyo dentro del plantel.
  • Dejar de maquillar las estadísticas. Los docentes tenemos una presión para no reprobar alumnos, una presión en los números no en el aprendizaje. Si el alumno tiene sus asistencias completas el alumno merece el 6, aunque no hubiera trabajado ni hubiera mostrado el más mínimo interés de aprender.
  • Repartición de los recursos de forma equitativa y no sólo en escuelas piloto. En una escuela que tiene 160 alumnos no hay una sóla computadora en la que ellos puedan trabajar mientras que hay otras escuelas, la Técnica 89 en el Chante municipio de Autlán, cuenta con tres talleres de computo para las diferentes asignaturas. Eso sin mencionar que hay un solo proyector para toda la escuela y si requieres de un DVD debes conseguirlo por tus propios medios.
  • Eliminación de plazas que no son de utilidad. Existen cargos como “encargada de mobiliario escolar” en una escuela que no tiene nada que inventariar, mientras que no contamos con subdirector ni bibliotecaria.
  • El papel del sindicato en los conflictos escolares. Uno de los delegados sindicales, Gregorio Razura de la sección 16 del SNTE  lo mencionó: “el sindicato está para defender al culpable”, lo cual hace que el ambiente de trabajo sea tenso y esto repercute en el aula.
  • Apoyo a las reuniones de academia de cada zona escolar. En las reuniones se encuentran los maestros de las escuelas de cada zona para compartir información, estrategias de aprendizaje y experiencias. Son pocas las zonas escolares que favorecen este tipo de actividades.

Son muchas las opciones para mejorar la educación, aunque a mí sólo se me ocurren estas opciones, y cambiar la programación de televisión abierta, aunque es más fácil tener mejores padres de familia.

Licenciada en Educación Secundaria con especialidad en Matemáticas. Maribel Ruvalcaba Covarrubias.

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