“Resulta falaz y ofensiva la utilización que el gobierno está haciendo de la figura de Lázaro Cárdenas para justificar e impulsar ante el pueblo de México su antipatriótica y entreguista propuesta de reforma energética”, comienza un artículo que publica hoy Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del expresidente que nacionalizó los hidrocarburos en 1938, en el diario La Jornada.
[contextly_sidebar id=”be51f91130b4698ae0c04a98cd6c19ef”]El discurso central de la propuesta de reforma energética planteada por Enrique Peña Nieto, que plantea revertir el artículo 27 constitucional, palabra por palabra, a las épocas cardenistas, explica el excandidato presidencial, resultaría irrelevante si no estuviese acompañado de las modificaciones al artículo 28, que tal como están propuestas, dejarían al Estado sin el control de las áreas estratégicas de la industria petrolera, desde la exploración y explotación de yacimientos, al cuidado de las reservas, a la refinación y petroquímica, almacenamiento y transporte.
De aprobarse dicha reforma, las compañías expropiadas en 1938 volverían a ser las que manejarían y cosecharían los beneficios de la explotación de los hidrocarburos nacionales, escribe el coordinador de Asuntos Internacionales de la Ciudad de México para el periódico. Asimismo, plantea, la reforma no hará nada para combatir la corrupción de la industria petrolera.
“Combatir este mal no es cuestión de reformar leyes. Si el gobierno o cualquiera de las instituciones o funcionarios tienen detectada alguna irregularidad o la comisión de algún delito, su obligación no es proponer la reforma de alguna ley, sino aplicar ésta con todo rigor y sancionar al culpable.”
En entrevista con MVS Radio, este viernes 16 de agosto, se dijo ofendido, pues se utiliza la figura de su padre para manipular a la opinión pública y dejar al país sin la autonomía de sus propios recursos.
“En toda esta ola propagandística, se habla del (artículo) 27 pero no del 28 y yo diría que ahí está. Yo lo que veo es la clara intención de ir desplazando a Pemex y al Estado mexicano para sustituirlo por particulares en toda la cadena de la industria petrolera, desde la refinación, perforación y almacenamiento, hasta la exploración y el transporte. Además no sabemos cómo vengan las propuestas de las leyes secundarias, no sabemos hasta dónde quieren llegar,” dijo.
El perredista se refirió también a los problemas que pudieran surgir bajo este nuevo esquema.
“En el manejo de los yacimientos, en muchos casos no en todos, van a chocar dos criterios distintos: el del particular, (que busca la mayor utilidad en el menor tiempo posible) y el del Estado. El Estado podría decir este yacimiento ya lo exploré pero me conviene reservarlo para empezar a explotarlo en 10 años lo cual generaría un conflicto de intereses.”
Sobre la refinación del crudo dijo que para sustituir la importación de combustibles, hace falta construir nuevas refinarías y por otro lado, adecuar y modernizar las existentes para que puedan trabajar con la materia prima de que hoy se dispone. “Pero bajo el esquema propuesto, nadie le va a querer entrar a estas refinerías que no están en capacidad de trabajar los 365 días del año. A Pemex le van a dejar el mal negocio y el buen negocio se va a ir pasando a los particulares.”
Hay dos discursos, ahondó, “el catastrófico como el que presentó la Secretaría de Energía y el color de rosa, para atraer inversiones. El gobierno dice que Pemex no gana y que no tiene utilidades. Entonces ¿van a invitar a los particulares a que pierdan su dinero?”
Lee el artículo completo en La Jornada.
