[contextly_sidebar id=”0ff24c21bcae25074243ebbcb4b88e17″]La propuesta de reforma hacendaria que presentó el presidente Enrique Peña Nieto quedó limitada por las negociaciones para sacar adelante la reforma energética, consideraron Manuel Molano y Juan Pardinas, del Instituto Mexicano para la Competitividad A. C. (IMCO), además de que presenta diversas limitantes en materia de rendición de cuentas.
A juicio de los especialistas, aunque técnicamente el IVA a alimentos y medicinas era viable, su inclusión quedó acotada por la negociación política que existe para abrir Pemex a la inversión extranjera, por lo que se tuvo que decidir cuál reforma era prioritaria.
Entre los pendientes que tiene la propuesta de Peña Nieto está que no hay mayor rendición de cuentas sobre el gasto de seguridad que se destina a estados y municipios, tampoco se garantiza la transparencia en el gasto público ni se plantean sanciones por el mal manejo de finanzas públicas, señalaron los especialista del IMCO.
“El hecho de haber excluido el IVA de medicinas y alimentos de la propuesta de reforma hacendaria atiende a una preocupación política de las condiciones sociales para sacar adelante la reforma energética”, consideró Pardinas.
“Nos hubiera gustado mucho ver que se transparentaran las transferencias de seguridad pública a Estados y Municipios. Hay una gran falta de transparencia en términos de los fondos de seguridad y vemos que ese rubro no quedó incluido”, agregó el especialista.
Para Molano, la propuesta de reforma presidencial aumenta derechos –educación, salud, seguro de desempleo y pensión de vejez- pero no aumenta las obligaciones en la misma proporción y se plantea un mayor déficit (deuda).
“La propuesta que mandó el Ejecutivo federal al Congreso incluye algunos incentivos para ingresar a la formalidad, pero aún quedan muchas tareas pendientes”, explicó.
Uno de los temas que siguen sin atenderse, agregó, es que la transferencia de subsidios y programas sociales deberían realizarse a través del RFC, a fin de que el Servicio de Administración Tributaria pudiera monitorear si de verdad un beneficiario necesita o no programas de gobierno de acuerdo con los ingresos que reporta. Es decir, los padrones de programas sociales de Sagarpa, Sedesol y otras dependencias deberían empatarse con los registros de la autoridad tributaria.
“Hay muchos campesinos que reciben los beneficios de Procampo y que, en realidad, no lo necesitan por los altos ingresos que registran”, agregó Molano.
A juicio de los especialistas, para que tenga éxito una reforma hacendaria en México será necesario que cumpla con incluir a mayores contribuyentes en la formalidad, incentivar la productividad, garantizar la calidad del gasto público y, principalmente, fomentar el crecimiento económico del país. La iniciativa de Peña Nieto tiene algunos elementos, pero es limitada.
