Ángela Merkel fue espiada por el gobierno de Estados Unidos desde 2002, tres años antes de que se convirtiera en la canciller alemana, de acuerdo con información dada a conocer por el semanario Der Spiegel.
[contextly_sidebar id=”220a475b5c1270eed3c37714218dfc5e”]Desde entonces, su número de teléfono ya aparece como objetivo en documentos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Pocas semanas antes de que el presidente estadounidense Barack Obama visitara Alemania, la orden de controlar las comunicaciones de Merkel seguía en vigor.
La información del semanario alemán se basa en filtraciones del exanalista de la NSA Edward Snowden. Sin embarGo, Der Spiegel no aclara si los espías escuchaban las conversaciones y leían los mensajes de texto de Merkel o si solo accedían a sus datos de conexión: cuándo, con quién y desde dónde se comunicaba la canciller.
El diario español El País reporta que los medios alemanes han destacado que Obama aseguró a la canciller alemana que desconocía el espionaje telefónico al que había sido sometida. Sin embargo, los servicios secretos alemanes consideran que los indicios son lo suficientemente sólidos para protestar de manera diplomática.
El pasado miércoles, Angela Merkel hizo un llamado a la administración de Obama para protestar contra el espionaje del que ha sido objeto. El gobierno alemán sospecha que el teléfono móvil de la canciller fue objeto de vigilancia constante desde instalaciones estadounidenses, posiblemente la Embajada berlinesa.
Según un documento de “alto secreto” fechado en 2010 y publicado por el semanario alemán, el gobierno estadounidense mantiene oficinas de espionaje en diversas ciudades europeas como Madrid, Berlín y París, que suelen ocultarse en sus embajadas, donde opera un “Servicio Especial de Captación” (Special Collection Service), una unidad conformada por espías de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), que vigilan juntos las comunicaciones desde las zonas más céntricas de las capitales. Según la documentación de la NSA, además de en Berlín, Estados Unidos habría mantenido en Alemania una base de espionaje en Fráncfort.
El País informó que, de acuerdo con las actas clasificadas, este servicio fue creado en los años setenta y tiene oficinas secretas en 80 ciudades por todo el mundo.
La próxima semana, Washington recibirá a una delegación del gobierno de Merkel, que pedirá que se aclaren y detallen las actividades de sus espías. A pesar de que la lista participantes todavía no está terminada, los portavoces de la canciller afirman que Merkel incluirá a altos representantes del gobierno alemán. En tanto, el viernes, Merkel y François Hollande, el presidente de Francia pidieron a Washington que les garantice que no espiarán a sus aliados.
