Tras otorgar 48 horas para que abandonen el país tres diplomáticos estadounidenses expulsados por su supuesta vinculación en el financiamiento a grupos violentos, el canciller venezolano Elías Jaua precisó que se interceptó una serie de correos electrónicos que presuntamente fueron enviados por la delegación estadounidense en Caracas directamente al Departamento de Estado norteamericano desde el año 2009.
En ellos, “solicitaban fondos adicionales para ayudar a fortalecer las organizaciones juveniles de la sociedad civil”.
En un mensaje enviado en el año 2011, dijo Jaua, se decía que con motivo de las elecciones del año 2012, era necesario “incrementar en al menos 30 millones adicionales los financiamientos para incrementar los esfuerzos de cara a estos comicios”, sumados a los 57 millones en el ejercicio fiscal de 2010.
Al respecto, Jaua enfatizó que “Venezuela enfrenta un ataque fascista promovido por grupos previamente entrenados para generar violencia”, y precisó que “nadie le puede pedir al Estado venezolano que se inhiba de actuar frente a estos focos de violencia promovidos por grupos fascistas”.
Jaua explicó que actualmente, Venezuela afronta el clásico esquema de la llamada “guerra de perros”, que Estados Unidos ha desarrollado en los últimos años en varios países.
“Se injerta la violencia, el Estado se ve obligado, en el marco de sus competencias, a actuar, y luego viene inmanente el asedio, el acoso, la criminalización especialmente por el gobierno de Estados Unidos”, señaló.
Calificó como “insolente” el comunicado emitido la víspera por el gobierno de Estados Unidos ya que establecía “una serie de condiciones” donde se advertía que el arresto del dirigente opositor Leopoldo López traería “consecuencias internacionales”.
Jaua, en rueda de prensa, agregó que fueron declarados “persona non grata, el vicecónsul Brent Mary McCusker, Elsen Gordon, quien ejerció funciones viceconsulares, y Clark Christopher Lee, segundo secretario ante la embajada estadounidense en Caracas.
EU se deslinda
Estados Unidos rechazó como “infundadas y falsas” las acusaciones del gobierno de Venezuela de que ha ayudado a organizar las manifestaciones contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki reiteró su llamado al gobierno venezolano a llevar a cabo un “diálogo significativo” con todas las partes interesadas.
“Las acusaciones de que los Estados Unidos está ayudando a organizar a los manifestantes en Venezuela son infundadas y falsas”, dijo.
La respuesta estadounidense tuvo lugar luego que el gobierno del presidente Maduro expulsó a tres diplomáticos estadounidenses en Caracas acusándolo de haberse reunido con líderes de las manifestaciones.
Psaki sostuvo que Estados Unidos apoya los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluyendo la libertad de expresión y asociación pacífica no sólo en Venezuela sino en otros países.
“Pero como lo hemos dicho durante mucho tiempo, el futuro político de Venezuela lo decide en pueblo venezolano”, señaló.
El fin de semana, el secretario de Estado John Kerry pidió al gobierno de Venezuela la liberación de activistas detenidos en las protestas callejeras, evitar la violencia y entablar un “diálogo significativo” con el pueblo venezolano.
Kerry se sumó al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza y al Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en condenar la violencia “sin sentido”.
El jefe de la diplomacia estadounidense reiteró la preocupación de su país por las “crecientes tensiones” y la violencia alrededor de las protestas de esta semana en Venezuela y envió sus condolencias a la familia de aquellas personas que resultaron muertos.
Notimex.
