El 53% de los estadounidenses opina que el proceso de deportación de los menores migrantes centroamericanos que entran ilegalmente al país debe acelerarse, aunque esto implique que niños que sí cumplen los requisitos para solicitar asilo sean expulsados.
Así lo dio a conocer el Centro de Investigación Pew en una encuesta nacional realizada entre el 8 y el 14 de julio, en la cual señala que solo el 39% de la población apoya mantener la política migratoria actual, a pesar de que el proceso de expulsión de los menores no mexicanos puede llevar tiempo, y que, en muchos casos, éstos se quedan con familiares en Estados Unidos mientras un juez decide su situación.
Este reporte sale a la luz después de que la Casa Blanca confirmara el pasado 15 de julio que apoya la posibilidad de cambiar una ley promulgada en 2008 por el entonces presidente George W. Bush, la cual establece que los menores migrantes detenidos que no sean mexicanos y que viajan solos deben ser transferidos a un albergue en un plazo de 72 horas, y de ser posible, puestos bajo la custodia de un familiar en espera de su comparecencia ante un juez de migración.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, admitió que el gobierno de Barack Obama apoya la posibilidad de cambiar dicha ley para tratar a los menores procedentes de Centroamérica, en su mayoría de Guatemala, Honduras y El Salvador, de forma similar a los niños mexicanos que sí pueden ser deportados poco después de su entrada irregular al país.
En cuanto a la opinión de republicanos y demócratas sobre el tema, el Centro de Investigación Pew apunta que para el 60% de quienes se identificaron como republicanos se mostraron a favor de que el proceso legal de deportación de los menores se acelere. Por su parte, los demócratas están divididos: el 46% sí está a favor de un proceso legal rápido, pero casi la mitad (47%) cree que se debe mantener la política actual basada en la ley vigente que promulgó W. Bush en 2008.
A pesar de la petición de 3 mil 700 millones de dólares que hizo la Administración Obama al Congreso para incrementar la detención, el cuidado y el transporte de los menores que cruzan ilegalmente la frontera sur del país, la calificación de los ciudadanos al mandatario por su manejo de la crisis ha sido muy baja, publica el centro de investigación.
Así, sólo el 28% de los encuestados aprobaron la forma en que la Casa Blanca está afrontando la situación que el propio Obama calificó como “una situación de emergencia humanitaria”, mientras que el doble, un 56%, la desaprueba. “Esta es una de las calificaciones más bajas de Obama en el manejo de cualquier asunto desde que asumió la Presidencia”, resalta el Centro de Investigación Pew.
Aquí puedes leer íntegra la encuesta del Centro Pew.
99% más de menores detenidos que en 2013
En su último informe, la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) reporta que de octubre de 2013 hasta el 15 de junio del presente año detuvieron a 52 mil 193 menores, un 99% más en comparación con el año fiscal 2013, cuando en toda la frontera suroeste detuvieron a 26 mil 206 menores no acompañados.
Ante esta situación, Barack Obama exhortó el pasado 27 de junio a los padres de familia en Centroamérica a no enviar a sus hijos menores a Estados Unidos con la expectativa de que podrán quedarse en el país, al advertir que serán deportados.
Previo a la advertencia del presidente, el 19 de junio, la agencia de noticias The Associated Press publicó fotos de cientos de niños hacinados en estaciones de la Patrulla Fronteriza de Texas en espera a ser deportados del país.
