[contextly_sidebar id=”4ZL3lISVcGyoyVWTi9PkDc97besVyITP”]La noche del lunes al martes fue una de las más sangrientas en Gaza desde que comenzó la ofensiva israelí hace tres semanas.
Los intensos bombardeos alcanzaron el recinto del principal hospital de la región, cercano a un parque infantil, y al menos 10 personas murieron, entre ellos ocho niños.
Hamas e Israel se culparon mutuamente por la explosión en el parque de Gaza, en una escena terrible que subraya el fuerte precio que los civiles están pagando en conflicto.
Las fuerzas armadas israelíes dijeron que cohetes disparados por extremistas de Gaza provocaron la explosión, mientras que funcionarios de la Franja afirman que fue un ataque aéreo israelí.
La explosión ocurrió el primer día del Eid al-Fitr, un feriado musulmán que marca el final del mes sagrado del Ramadán.
Posteriormente, docenas de palestinos se reunieron en el lugar en el campamento de refugiados de Shati al noroeste de la Ciudad de Gaza, donde podían verse charcos de sangre en la tierra. Algunos gritaron pidiendo misericordia a Dios.
Los testigos dijeron que los niños estaban en varios columpios.
“Los niños estaban jugando, estaban felices, disfrutando del Eid, y los mataron. Algunos perdieron la cabeza, otros las piernas y las manos“, dijo Nidal Aljerbi, uno de los testigos, a The Associated Press.
Otro hombre estaba junto a un charco de sangre y gritó: “No queremos un acuerdo. No queremos un cese el fuego. Todos nosotros, niños y mujeres, ofrecemos nuestras almas a Dios”.
En una frenética escena, numerosos palestinos lloraban frente a la morgue del Hospital Shifa de Ciudad de Gaza y los familiares se apiñaban en el recibidor. Los cuerpos de los niños estaban en la morgue, con las ropas manchadas de sangre, la carne destrozada por la metralla.
La explosión ocurrió en un día de fuertes combates tras un cese el fuego humanitario temporal. Al mismo tiempo, se intensificaron los esfuerzos por poner fin a la guerra, que ya dura tres semanas.
Las calles cerca del parque estaban llenas de vidrios rotos de viviendas y tiendas, y en la tierra estaban marcados con sangre los pies de los que ayudaron a llevar los niños a las ambulancias.
El teniente coronel Peter Lerner, portavoz del ejército israelí, negó que fuerzas de su país tengan nada que ver con los hechos. “Este incidente fue obra de terroristas de Gaza cuyos cohetes cayeron lejos de su objetivo”, dijo.
En un mensaje de texto, el portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri, dijo que vengarán a los niños.
“La masacre contra los niños en el campamento de refugiados de Shati es un crimen de guerra”, dijo Zuhri. “Ese crimen es el resultado del silencio de la comunidad internacional. Este crimen no afectará nuestra voluntad y la ocupación pagará su precio.
Gaza es una franja densamente poblada, con 1.7 millones de personas en un territorio pequeño junto al Mediterráneo, donde hay poco espacio para escapar.
Durante el curso de la guerra ha habido casos similares en que ambas pares se han culpado mutuamente por ataques con resultados terribles.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 100 personas perdieron la vida durante la noche como consecuencia de los ataques.
En Gaza, por lo menos 100 palestinos murieron por los bombardeos israelíes, informó un funcionario palestino luego de que Israel aumentara la intensidad de su ofensiva. Ashraf al-Kidra, el funcionario de salud, dijo que se espera que la cifra de muertos aumente.
Desde que inició la guerra en la Franja de Gaza en varias ocasiones se han registrado más de 100 muertes por día.
En total, la cifra de víctimas fatales desde que comenzó la ofensiva llegó a mil 156, entre ellas 245 niños y 97 mujeres.
Con información de AP y BBC Mundo.
