[contextly_sidebar id=”yGAOLBBCguO9MbBe0ZDA5iqhscus6a3t”]Los penales del Distrito Federal enfrentan una sobrepoblación del 80%, de acuerdo con cifras de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, las cuales indican que, hasta junio pasado, había 40 mil 414 internos en 10 penales que, en su conjunto, cuentan con una capacidad para sólo 22 mil 411.
El penal con mayor hacinamiento es el Reclusorio Oriente, que tiene una capacidad física para 5 mil 376 reos, pero alberga a 12 mil 935, lo que implica una población de 140% con respecto a la capacidad.
Por su parte, el Reclusorio Norte, que tiene espacio para 5 mil 631 reos, tiene 11 mil 902. En el Reclusorio Sur, con una capacidad para 3 mil 500, concentra a 7 mil 471.
La Penitenciaría de Santa Martha, con cupo para mil 851 internos, tiene a 2 mil 895. En el Reclusorio Oriente hay 12 mil 935 aunque su capacidad sea de 5 mil 376. De acuerdo con ex reos de este último penal, la situación de hacinamiento es tal que en las celdas llegan a convivir de 10 a 30 personas acomodadas en el piso, sentadas en el excusado o amarradas a los barrotes.
Sumado a esto, esos 40 mil reos son vigilados por 3 mil 300 custodios, lo que significa que, sin contar descansos, vacaciones e incapacidades, cada celador debe vigilar, en promedio, a 12 presos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomienda que, por cada 10 presos, exista por lo menos un custodio. Celadores, a condición de anonimato, indicaron que garantizar la seguridad se complica por la poca cantidad de guardias.
Como ejemplo, señalaron que ha habido días en que no hay más de 100 custodios en el Reclusorio Norte, para vigilar a una población de más de 11 mil 900 reos.
Algunos celadores aceptaron que los malos salarios, de alrededor de 8 mil pesos mensuales, provocan que algunos acepten dádivas de los visitantes.
Con información de Reforma.
