El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sembró confusión este lunes 18 de agosto al hacer un anuncio que pareció indicar que saldría de su refugio en la embajada ecuatoriana en Londres, Inglaterra, pero su portavoz aclaró más tarde que eso no sucederá a menos que se resuelvan las negociaciones sobre su extradición.

Cuando se le preguntó acerca de las conjeturas —algunas de ellas provocadas por una entrevista reciente con un diario británico, de que el australiano de 43 estaba listo para salir de la embajada a fin de recibir tratamiento médico— Assange se negó a responder directamente, y apuntó a Kristinn Hrafnsson, el portavoz de WikiLeaks, quien estaba en el fondo de la sala.

“Él dijo que puedo confirmar que estoy dejando la embajada pronto, pero tal vez no por las razones que (los medios de comunicación) están diciendo”, respondió Assange.

Salir de la embajada sería un gran paso para Assange, quien ha permanecido en la sede diplomática desde que se refugió allí hace más de dos años. Assange busca evitar su extradición a Suecia —donde es buscado por denuncias sobre agresión sexual— o a Estados Unidos —donde las autoridades investigan sus espectaculares revelaciones de información secreta_.

Después de la rueda de prensa, los periodistas lucían desconcertados. Hrafnsson dijo que lo que Assange tuvo la intención de transmitir fue que él estaba listo para salir de la embajada tan pronto como el gobierno británico le diese las garantías que pide, a saber, el derecho de viajar libremente a Ecuador, donde tiene asilo.

Eso parece poco probable en el corto plazo. Patiño dijo este lunes que las negociaciones entre Ecuador y Reino Unido siguen estancadas.

*AP