[contextly_sidebar id=”9ukhFvwVZ4mboRT0dfE8l3upnK2OS7pv”]Padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) marcharon este jueves 27 de noviembre del Zócalo de Chilpancingo hacia la residencia oficial Casa Guerrero para exigir la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre pasado.
Al llegar a Casa Guerrero, los manifestantes vieron a la esposa del gobernador Rogelio Ortega, quien los recibió con los brazos abiertos y las instalaciones del inmueble abiertas. Sin embargo, padres y normalistas decidieron no ingresar, por lo que armaron una valla humana alrededor del edificio y le pidieron a Rosa Icela Ojeda retirarse.
Esta mañana, el gobernador Rogelio Ortega publicó en su cuenta de Twitter:
Casa Guerrero desde hoy es la casa del pueblo, de puertas abiertas a la paz y la cultura #JuntosPodemos
— Rogelio Ortega (@GobOrtega) noviembre 27, 2014
“Si tiene huevos que venga el gobernador, no que mande a su mujer”, dijeron los manifestantes.
Antes de la manifestación, los padres de los normalistas indicaron que hasta el momento el gobierno federal no ha cumplido con los acuerdos pactados en la Comisión Mixta de Información que se conformó por instrucción del presidente Enrique Peña Nieto.
Denunciaron que han sido objeto de actos de hostigamiento y amenazas, pero aclararon que no darán marcha atrás, puesto que la exigencia de que se busque y localice con vida a los normalistas desaparecidos es justo y la obligación del Estado Mexicano es preservar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Minutos después, se realizó un mitin en el que los oradores explicaron que las movilizaciones no cesarán hasta que “nuestros compañeros, que también son nuestros hermanos, aparezcan con vida, pues parece ser que ser estudiante en Guerrero es un delito”.
El secretario general de la Ceteg, Ramos Reyes Guerrero, señaló que los maestros no tiene otra alternativa más que respaldar al movimiento porque los agraviados fueron estudiantes.
Mientras los padres de los normalistas estaban en el mitin, un grupo de maestros realizó pintas en el lugar y repartió folletos en los que se lee un recuento de los dos meses que han transcurrido desde la desaparición de los normalistas.