La agencia de noticias Bloomberg reportó que un grupo de constructores mexicanos encabezados por Empresas ICA SAB abandonó los planes para buscar trabajar en conjunto en la construcción del nuevo aeropuerto del Distrito Federal porque “el gobierno busca atraer a contratistas extranjeros”.
[contextly_sidebar id=”pvVa6qdKAy2ZzlHFCyJI1l8r1MZygmJV”]Según Bloomberg, algunas empresas pertenecientes al consorcio podrían buscar contratos por su cuenta y las bases de la licitación podrían ser publicadas en febrero.
Bloomberg reportó que fuentes que conocen el caso dijeron que la falta de apoyo del gobierno mexicano al único consorcio mexicano interesado en el aeropuerto del DF contribuyó al abandono de los planes.
El consorcio mexicano interesado en el aeropuerto del DF estaba formado por nueve empresas, entre ellas Grupo Carso (de Carlos Slim), ICA, Constructora Teya (de Grupo Higa, involucrado en el caso de la “casa blanca” de Enrique Peña Nieto) y otras más pequeñas.
El vocero de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Rodolfo González, declinó comentar sobre el retiro del consorcio mexicano y Grupo Carso también. No obstante, ICA, según Bloomberg, dijo por correo electrónico que sí está interesada en participar en el proyecto del aeropuerto.
El nuevo AICM se localizará en terrenos federales ubicados a un costado de la actual terminal. Estas tierras están en la zona del exlago de Texcoco, al oriente del Distrito Federal, en los municipios de Atenco, Ecatepec y Texcoco, en el Estado de México.
El nuevo aeropuerto fue diseñado por el arquitecto londinense Norman Foster y Fernando Romero, éste último yerno de Carlos Slim.
Un estudio realizado por integrantes de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) denunció nueve deficiencias en el documento de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) que declara procedente el proyecto del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Entre los problemas que encontraron los especialistas para el desarrollo de un aeropuerto en la Zona Federal del Lago de Texcoco son el hundimiento del terreno, así como el abastecimiento de agua para éste y para la zona urbanizable de la Aerotrópolis.
Lee la nota completa de Bloomberg aquí (en inglés).
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