[contextly_sidebar id=”fUYG8DeqmX1m9BVUmZ4yNQGAw16VgyTl”]La policía no ha querido dar su nombre, sólo ha dicho que el presunto autor de los ataques contra un debate sobre libertad de expresión y una sinagoga en Copenhague era un joven danés de 22 años.
Pero los medios locales no tardaron en ponerle nombre y apellidos: Omar el Husein.
Lo que sí dijo la policía es que era un joven conocido por su historial violento y sus conexiones con pandillas de delincuentes.
También que en el pasado había sido arrestado por crímenes violentos y tráfico de armas.
La prensa local agregó el detalle que acababa de salir de prisión, donde cumplió condena por agresión.
Y, atando cabos, que en 2013 había estado en busca y captura por apuñalar a un pasajero de un tren, en repetidas ocasiones, “con un cuchillo grande”.
En la mañana del domingo, el joven murió por los disparos de un policía al que, según la versión oficial, había atacado primero.
“Cuando el sospechoso fue abatido por los disparos durante la acción policial, estaba armado con pistolas”, dijo el comisario Thorkild Fogde en una conferencia de prensa.
La hipótesis que maneja la policía es que actuaba solo cuando el sábado por la tarde, abrió fuego contra un debate sobre libertad de expresión moderado por el polémico dibujante sueco Lars Vilks, conocido por haber publicado unas caricaturas del profeta Mahoma.
Uno hombre murió y un agente de policía resultó herido.
El autor huyó en auto que luego fue abandonado. Después llamó a un taxi para llevarlo a una dirección en el barrio de Norrebro.
Y esa fue la pista clave para atraparlo. La policía usó la información facilitada por él y puso la dirección a la que se dirigía bajo vigilancia.
Después de la media noche, se produjo el ataque en la sinagoga de Copenhague en que murió un judío y dos policías resultaron heridos.
Como a las cinco de la mañana del domingo, el sospechoso comenzó a disparar contra el policía que vigilaba la dirección en Norrebo.
El agente devolvió los disparos y lo mató.
Los servicios de inteligencia de Dinamarca investigan si el autor de los disparos emulaba de alguna forma a los atacantes de la revista satírica Charlie Hebdo en París.
El jefe de la inteligencia danesa le dijo a periodistas que trabajaban para tratar de determinar si el sospechoso había viajado a Irak o Siri.
