“Quiero incorporar la belleza en la vida de Irak y la música es uno de los aspectos más importantes”. Así fue como el chelista iraquí, Karim Wasfi, explicó la razón por la cual dio un recital en el mismo lugar donde la explosión de un coche bomba mató a varias personas en Bagdad, días antes.
El músico dijo a la BBC que su intención es desafiar la violencia que está devastando a su país y darle un motivo a su pueblo para optar por la vida.
Las imágenes del recital improvisado de chelo en un lugar de tan cruento antecedente han sido reproducidas decenas de miles de veces en internet.
Cambiando la banda sonora de violencia
Karim Wasfi, exdirector de la Orquesta Sinfónica Nacional de Irak, espera que con su oferta musical se logre romper el ciclo de violencia en el que está sumido su país.
Donde antes la banda sonoroa era la explosión de una bomba y las memorias eran horrorosas, ahora hay música.
“Esto va dirigido a cualquier entidad, individuo o ideología. El que sea. Quien quiera que considere que las bombas son la única manera de resolver un desacuerdo”, expresó.
Pero, ¿qué le puede importar a estas personas que un músico toque en medio de las ruinas y los escombros?
Wasfi reconoce que no puede protegerse de las bombas con su violonchelo, pero puede dar un ejemplo para convencer a la gente de que vale la pena vivir la vida.
Su perseverancia, admite, puede ser tan extremista como la de los violentos.
“¿Cuánto tiempo pueden estas personas continuar colocando bombas en Bagdad? Nosotros podemos seguir tocando música durante los siguientes 5.000 años”, declaró.
Aseguró que su desafío puede tener mayor permanencia que los actores que intimidan con fuerza pura, agresión y acciones letales.
Señaló que, durante las guerras y los conflictos, no hay espacio para el arte y la música. Las preocupaciones de las personas son más básicas, tienen que ver con la supervivencia.
“Cuando las cosas son tan anormales e insensatas, nuestro deber es devolver la normalidad y hacer que valga la pena vivir”, dijo.
“Es nuestra obligación como artistas hacer la vida soportable”.
La acción desafiante de Wasfi recuerda la historia de los chelistas de Sarajevo, que tocaron en la sitiada ciudad durante el conflicto en Bosnia, en los años 90.
