[contextly_sidebar id=”M1Uh3CKlwD32M2eV9awbDvS8dncWpLL9″]Por primera vez un candidato independiente ganó la gubernatura de un estado en México: Jaime Rodríguez, en Nuevo León. Sin embargo, en al menos tres estados del país –Chihuahua, Veracruz y Tamaulipas–, los legisladores locales han aprobado leyes que ponen trabas a los aspirantes que contiendan sin partido político.
A pesar de que la legislación federal establece que para obtener el registro como candidato ciudadano el aspirante debe conseguir el 2% del listado nominal de la entidad, los legisladores de esos Congresos, con mayoría priista, elevaron esa cifra a 3%, de acuerdo con un reporte del diario Reforma.
En Chihuahua, además, los candidatos independientes tendrán que comprobar no haber formado parte de un partido en ningún cargo al menos tres años antes del día de las elecciones, informó el Congreso estatal en un comunicado.
El académico del Colegio de México, Sergio Aguayo, dijo a Reforma que “estos cambios me recuerdan a los cruzados que se iban a liberar las tierras santas y que por ser celosos le ponían un cinturón de castidad a la esposa, porque es patético, grosero, ridículo, cínico, ofensivo lo que están haciendo para preservar el botín, el tesoro”
“La pusieron difícil para ser candidatos independientes, ahora la quieren hacer imposible, porque no quieren ceder nada de la fortaleza que han construido en torno al presupuesto, los cargos y los salarios públicos.
“Estamos viendo una reacción de terror de los partidos políticos. Quieren cerrar todo resquicio por el cual se pueda introducir el enemigo, y el enemigo es la ciudadanía o todo aquello que altere la partidocracia que vivimos”, agregó.
Con información de Reforma (sólo suscriptores).
