[contextly_sidebar id=”97EkovS3GsQyTMxxvDqB0GSwE3un4d3I”]Agentes del Ministerio Público de la Federación, personal de la Coordinación de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (PGR) y elementos de la División Táctica y Científica de la Policía Federal trabajan en el poblado de Carrizalillo, en el municipio de Eduardo Neri, en Guerrero.
“La diligencia tiene como finalidad ubicar las fosas señaladas por los habitantes de esta localidad, y proceder al levantamiento de los hallazgos”, señaló la PGR en un comunicado emitido este martes 3 de noviembre, en el que detalla que las fuerzas federales trabajan en coordinación con autoridades comunales.
Horas antes, habitantes de la comunidad Carrizalillo, localizaron fosas clandestinas con presuntos restos humanos.
El hallazgo se realizó en el cerro conocido como La Pradera, ubicado a 5 kilómetros de Carrizalillo, de acuerdo con un reporte del diario Reforma.
Los habitantes de esa comunidad indican que, desde 2013, la zona era dominada por presuntos integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos, que está relacionado con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, de acuerdo con la versión de la Procuraduría General de la República (PGR)
El hallazgo de las fosas ocurre un día después de que el grupo civil Los otros desaparecidos de Iguala –que surgió tras la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa– pidió seguridad a la PGR para ir a buscar a sus familiares en Carrizalillo, luego de que se dio a conocer el hallazgo de una fosa.
El descubrimiento de la fosa ocurrió gracias a la declaración de un supuesto integrante del grupo delictivo Guerreros Unidos, quien fue retenido la semana pasada junto a policías federales por pobladores de Carrizalillo.
Con información de Reforma (Suscripción necesaria)
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