[contextly_sidebar id=”Lc1ea5G4NTKAe1FDutZNqDk5Iuodurjn”]La Secretaría de Educación Pública de Guerrero informó que de 4 mil 100 maestros que fueron notificados, 3 mil 14 maestros entregaron sus documentos para el examen de permanencia y, son los que acudirán este jueves 3 de diciembre a la evaluación docente.
De acuerdo con el periódico El Sur de Acapulco, el titular de la dependencia estatal, González de la Vega reiteró que “el que haya sido notificado y no haya entregado sus documentos y no asiste al examen perderá la oportunidad de seguir siendo docente y pierde su trabajo, se dará de baja automáticamente”.
Los maestros que se han presentado para hacer su evaluación fueron alojados en la lujosa zona Diamante de Acapulco, la cual estará resguardada por 6 mil efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería así como de la Policía del Estado.
Según el diario Reforma, el gobernador del estado, Héctor Astudillo, dijo que los gastos para mantener a los maestros en esta zona serán pagados por la federación. “Se van a hospedar, se van a atender, con cargo a la propia Federación y por supuesto se les va a proteger”, sostuvo.
La tarde de este miércoles 2 de diciembre, mientras los seis mil policías federales que vigilarán la evaluación docente instalaban filtros de seguridad en distintos puntos de Acapulco, la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) comenzó diferentes movilizaciones en el estado.
A pesar del operativo federal, Ramos Reyes, líder de la Ceteg, dio a conocer que marcharán a partir de este miércoles en contra de la evaluación docente y adelantó que sus manifestaciones continuarán hasta el próximo domingo, último día en que se aplicará la prueba.
“A los compañeros de base vamos a informarles de cómo están las cosas y de ahí determinamos el apoyo de ellos que se hará, pero, hasta el momento, sólo se trata de movilizaciones”, dijo Reyes en entrevista con Grupo Imagen.
Explicó que la Ceteg hace un llamado a los maestros de Guerrero a no participar en la evaluación; no obstante, dijo, “no es una amenaza”.